Aspiran poblanos ceniza volcánica desde hace 6 días

Desde el 16 de mayo las cinco estaciones que miden la Calidad del Aire en la ciudad de Puebla han calificado como ‘regular’ el indicador de PM10, que mide las partículas que se forman a partir de, entre otras cosas, residuos como la ceniza volcánica y que son dañinas para la salud.

En una revisión a la Red Estatal de Monitoreo Atmosférico (REMA), se encontró que del 16 al 19 de mayo, el índice de PM10 ha oscilado entre 50 y 99 puntos (el 17 de mayo incluso en una estación se registró un índice de 104), y desde el 20 de mayo, cuando se experimentó la intensa actividad del volcán Popocatépetl, los índices de PM10 comenzaron a subir en todas las estaciones, pasando de una calificación de calidad regular, a mala calidad. 

El sábado 20 de mayo el registro de PM10 más bajo fue de 52 y el más alto de 80, cuando el máximo permitido es de 70. 

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), a partir de un índice de 70 de PM-10, aumenta en 15 por ciento el riesgo de mortalidad a largo plazo en el territorio que lo registra. 

El domingo 21 de mayo, cuando varios municipios, incluida la capital, amanecieron espectacularmente llenos de ceniza, la REMA muestró que a partir de las 5 de la mañana los registros comenzaron a subir el índice de PM10 en la estación del BINE y para las 4 de la tarde todas las estaciones ya registraban una mala calidad del aire, con índices entre 120 y 134, lo que rebasó por 50 puntos el máximo permitido. El índice más alto de PM10 ese día fue de 145 a las 9 de la noche.

Finalmente, este lunes 22 de mayo, el mayor registro llegó a 143, y todas las estaciones continuaron en color naranja, lo que representa que la calidad del aire es calificada como mala, hasta las 2 de la tarde, cuando los registros comenzaron a bajar. 

A partir de las 2pm el índice de PM10 comenzó a bajar en cuatro de las cinco estaciones y para las 5pm ya sólo una estación reporta un índice superior a los 96 puntos, por lo que las autoridades prevén que la tendencia continúe a la baja y no tengan que declarar la emergencia ambiental. 

El problema de la calidad del aire en Puebla

Según el Informe Anual de Calidad del Aire de la Zona Metropolitana del Valle de Puebla, generado por la REMA, en 2019 se registró la mayor cantidad de días en que el Índice de Calidad del Aire superó los niveles máximos permitidos según la NOM-025. Ese mismo año, durante marzo, el Popocatépetl también registró una intensa actividad y durante algunas semanas el semáforo pasó de Amarillo Fase 2, a Fase 3. 

No obstante, también es importante señalar que la mala calidad del aire no sólo depende de la actividad volcánica, pues las industrias, la emisión de gases por parte de vehículos motorizados y otras actividades humanas, también contribuyen al aumento de PM10 y PM2.5, así como otros compuestos que son tóxicos para las personas y malos en general para el medio ambiente. 

Como puede observarse en los datos de REMA, la calidad del aire en Puebla casi siempre es calificada como regular, haya o no actividad intensa del Popocatépetl. En 2020 el 55% del año fue calificado como regular, en 2021 fue el 57% del año y en 2022 llegó a ser hasta el 71%. De esos últimos tres años, el volcán registró actividad intensa sólo en parte de 2020.

Calidad del aire en Puebla

No habrá hoy no circula

Pese a la mala calidad del aire, el gobierno del estado informó que a las 17:00 horas de hoy se rompió la cadena para decretar contingencia ambiental en la Zona Metropolitana de Puebla.

De acuerdo con un comunicado, las partículas PM 10, se redujeron en el medio ambiente y bajaron de los 100 puntos en el Índice de la Calidad del Aire (ICA) en cuatro de las cinco estaciones de monitoreo, sin llegar a las 48 horas de acuerdo con la normatividad para decretar contingencia.

El tiempo máximo de suspensión de los contaminantes fue de 34 horas, de acuerdo con información de la Secretaría de Medio Ambiente, Desarrollo Sustentable y Ordenamiento Territorial.

¿Qué son las PM y cómo afectan nuestra salud?

De acuerdo con la NOM-025, el término "Material Particulado" (PM) hace referencia a una compleja mezcla de sustancias en estado líquido o sólido que se mantiene suspendida en la atmósfera durante períodos variables de tiempo. Estas partículas pueden ser de origen primario (producidas directamente por fuentes contaminantes) o secundario (formadas en la atmósfera a partir de la interacción química entre gases y partículas primarias).

Es importante destacar que estas partículas pueden tener tanto un origen natural como antropogénico (producido por la actividad humana). Según su tamaño se clasifican en PM10 (partículas con un diámetro igual o menor a 10 micras) y PM2.5 (partículas con un diámetro igual o menor a 2.5 micras). El tamaño de estas partículas es relevante para comprender su comportamiento en la atmósfera, su concentración y su capacidad de penetración y retención en las vías respiratorias.

Las partículas PM10 tienden a depositarse en la región extratorácica del tracto respiratorio, es decir, en la nariz, boca, nasofaringe, orofaringe y laringofaringe. Estas partículas contienen principalmente materiales provenientes de la corteza terrestre y se generan principalmente por procesos de desintegración de partículas más grandes, como por ejemplo, el material orgánico arrojado por el Popocatépetl. También pueden contener material biológico, como polen, esporas, o hasta virus o bacterias, o ser producto de la combustión incompleta de combustibles fósiles.

Por otro lado, las partículas PM2.5 están compuestas principalmente por gases y materiales resultantes de la combustión. Gran parte de esta fracción es de origen secundario. Estas partículas tienden a depositarse principalmente en la región traqueobronquial, que abarca desde la tráquea hasta los bronquiolos terminales, aunque también pueden ingresar a los alvéolos.

Numerosos estudios han señalado que el impacto más significativo en la salud debido a las partículas se debe a la presencia de compuestos altamente tóxicos y carcinogénicos, tales como el carbono elemental, los hidrocarburos aromáticos policíclicos, sulfatos, nitratos y ciertos metales como el arsénico, cadmio, hierro, zinc y níquel. 

Estos compuestos pueden tener efectos perjudiciales para la salud humana cuando se inhalan o se absorben a través del sistema respiratorio, pudiendo provocar diversos problemas respiratorios y contribuir al desarrollo de enfermedades cardiovasculares y pulmonares.