Albero, un centro de rehabilitación, fuera de lo convencional

¿Te imaginas estar en un programa de rehabilitación contra las drogas o alguna otra sustancia sin estar encerrado?, generalmente estamos acostumbrados a que los centros de rehabilitación sean lugares donde el paciente tiene que estar totalmente aislado de todo su entorno y familiares.  

Los titulares de anexos y este tipo de centros de rehabilitación públicos o privados, aseguran que este ambiente es mejor para eliminar el consumo de drogas o alcohol, sin embargo, las recaídas al regresar a un ambiente cotidiano suelen ser muy comunes. 

Es por eso que los doctores Mariel González Castañeda y Alfonso Chávez González, decidieron darle una vuelta de 180 grados y crear un programa que permita al adicto a dejar la sustancia de consumo en su ambiente natural o cotidiano.  

Ambos especialistas señalaron que la probabilidad de una recaída si el adicto deja de consumir drogas o alcohol en su ambiente natural son menores, al de quitárselos en un ambiente totalmente aislado en donde nadie les asegura a los familiares su salud física y mental.  

¿Cómo funciona el tratamiento?  

PAI son las siglas para describir al Programa Ambulatorio Intensivo, el cual es un conjunto de terapias psicológicas individuales o grupales, para que el adicto pueda, poco a poco eliminar el consumo de sustancias.  

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La doctora Mariel González Castañeda y directora médica de Albero, comentó que como parte de estos tratamientos está el chequeo por anti-doping, sin embargo, aclaró no se utiliza como medida de prohibición si no como medida de prevención, pues el paciente logra ver los efectos negativos de la droga en su entorno, como su casa, trabajo, escuela entre otras actividades. 

Por su parte el doctor Alfonso Chávez González, realiza las terapias con el paciente, estas generalmente son individuales, pero también existen las grupales.  

La diferencia con las terapias que se imparten en Albero, es que también incluyen las terapias con la familia del adicto; esto para hacerle entender a los miembros de la familia que el problema de adicción no es una cuestión de conductas sino una enfermedad como tal que merece ser tratada. 

“Nosotros tenemos dividido el programa por etapas. Los primeros cuatro meses son del programa ambulatorio, son sesiones de lunes a viernes, y durante uno de estos días ocupamos uno para atender a los familiares”, explicó.  

Este programa nació de la preocupación de Alfonso y Mariel ante el incremento en el número de usuarios de sustancias, así como la disminución de la edad promedio en el inicio de este problema de salud.  

Según información del Diagnóstico del Consumo de Drogas del Área de Influencia del Centro de Integración Juvenil Puebla, el consumo de cualquier droga a nivel nacional, es de 10.3 por ciento, siendo de 16.2 por ciento en hombres y 4.8 por ciento en mujeres, por lo que es mayor que el que se da en el estado de Puebla, siendo éste de 7.9 por ciento total (en hombres 12.4 por ciento y en mujeres 3.8 por ciento). En cuanto a las drogas ilegales su consumo en el estado 7.5 por ciento es menor que a nivel nacional 9.9 por ciento, mientras que el consumo de drogas médicas es igual en el estado que a nivel nacional 1.3 por ciento.