Los Ceresos en Puebla son espacios de riesgo para las mujeres reclusas

Las mujeres privadas de su libertad viven en espacios sin ventilación, sin patio, sin agua caliente, ademas, se les sigue negando una salud sexual digna.

Las cárceles en el estado de Puebla son lugares de hacinamiento, y cuando se trata de los espacios determinados para mujeres son aún peor, las mujeres privadas de su libertad viven en espacios sin ventilación, a veces sin patio, sin agua caliente, muchas veces deben cruzar por los espacios de hombres para llegar a sus celdas y en otros penales comparten espacios con reclusos varones. 

En Puebla existen 19 Centros de Reinserción Social (Ceresos) de los cuales 10 tienen áreas exclusivas para mujeres privadas de su libertad. En 2022 la Comisión de Derechos Humanos (CDH) del estado realizó visitas generales a todos los centros del estado y detallaron las condiciones precarias en las que viven muchas mujeres que se encuentran en estos centros penitenciarios.

El Diagnóstico Estatal de Supervisión Penitenciaria de la CDH Puebla de 2022 detalla que los Ceresos de Tepeaca, Tecamachalco, Tehuacán, San Pedro Cholula, Chignahuapan, Zacatlán, Libres, Zacapoaxtla, Tlatlauquitepec y Puebla son los Ceresos que cuentan con una población femenina de reclusas.

Espacios mixtos

De estos 10 Ceresos, en seis hay espacios mixtos, es decir, zonas comunes como patios y centros de esparcimiento que mujeres y hombres comparten, lo que a decir del personal de la CDH son espacios de riesgo para las mujeres, estos son los Ceresos de Tehuacán, San Pedro Cholula, Zacatlán, Libres, Zacapoaxtla y Tlatlauquitepec.

El personal de la CDH incluso encontró a una pareja heterosexual de reclusos abrazados durante una plática de Alcohólicos Anónimos, en el penal de Libres.

Tienen lugares más pequeños que los hombres

La CDH también coincidió en que en los 10 penales con población de mujeres, los espacios son muy pequeños, como los dormitorios, que son descritos en el documento como “espacios más pequeños en comparación al de los hombres privados de su libertad”.

Además de ser espacios con poca movilidad para las mujeres, el organismo también señaló otras deficiencias como la falta de luz, camas adecuadas o en buen estado, sin agua caliente, y carencias en el servicio médico para las mujeres, así como una dotación escasa de medicamentos femeninos.

San Miguel sin regaderas ni médico

Particularmente, en el Cereso ubicado en la capital poblana, el informe da cuenta de deficiencias en las estructuras de las camas de las reclusas, el área para bañarse no cuenta con regaderas en forma (es decir que solo cuenta con un tubo por donde fluye el agua), no cuentan con agua caliente, y el servicio médico para las mujeres es deficiente.

No se atiende la higiene menstrual

Este martes, El Popular, periodismo con Causa, publicó un reportaje acerca de que menstruar en condiciones dignas dentro de las cárceles poblanas sigue siendo un lujo.

A un año y ocho meses de que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) emitiera la Recomendación 35/2021 para revertir este problema, el Gobierno del Estado ha sido prácticamente omiso, lo que significa que las mujeres y sus cuerpos cautivos, sangrantes e invisibilizados, siguen habitando los centros penitenciarios sin recibir suficiente atención ginecológica, ni productos de higiene menstrual.

La reportera Kara Castillo consignó que La CNDH hizo público que estas mujeres, que en su mayoría tienen entre 18 y 35 años (periodo fértil y menstruante), no contaban en ningún centro penitenciario con atención ginecológica, e identificaron los estados donde este problema es más agudo: Sonora, Guerrero, Hidalgo, Puebla, Morelos y Tabasco.

Según la investigación de la CNDH, se confirmó que Puebla es uno de los estados que no contaba con un presupuesto específico para la adquisición de elementos de gestión menstrual que permitiera proporcionarlos de manera gratuita y suficiente.

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