Desde hemorragia hasta lesiones irreversibles, las consecuencias de practicar un aborto no seguro

Ante la posibilidad de despenalizar el aborto en Puebla, varias colectivas feministas y activistas están presionando a los diputados y diputadas para concretar la modificación del Código Penal del Estado. A continuación, te presentamos las consecuencias de practicar un aborto no seguro.

De acuerdo con Médicos Sin Fronteras (MSF), el aborto no seguro es una de las cinco principales causas de mortalidad materna en todo el mundo.

Consecuencias médicas del aborto no seguro

Las consecuencias médicas de este proceso en muchos casos son irreversibles e incluso pueden causar la muerte de la mujer embarazada. MSF ha sido testigo de cómo, cuando no hay servicios accesibles de aborto seguro, muchas mujeres recurren a métodos que ponen en riesgo su integridad física.

Cuando una mujer está decidida a interrumpir su embarazo, buscará la forma de someterse a un aborto, sea legal o no, y cuando ocurren complicaciones, la mujer suele renunciar a buscar ayuda médica profesional por temor a las consecuencias sociales que esto le pueda acarrear.

Principales complicaciones de un aborto no seguro:

• Hemorragia grave
• Infección
• Peritonitis
• Lesiones en vagina y útero

También pueden darse consecuencias a largo plazo que afecten a embarazos futuros, entre ellas la infertilidad.

Médicos respondiendo a una cuestión médica

La prevención de la mortalidad causada por un aborto no seguro requiere tres acciones médicas principales:

• Proporcionar anticonceptivos para evitar embarazos no deseados.
• Ofrecer servicios de interrupción sin riesgos (incluyendo proporcionar asesoramiento a la mujer).
• Tratar las complicaciones resultantes del aborto.

MSF es una organización médico-humanitaria que no tiene una posición política ni ética sobre el aborto, por lo que considera las consecuencias de los abortos no seguros como una cuestión médica a la que hay que responder.

Las muertes a causa de abortos no seguros se reducen enormemente cuando la mujer puede acceder a servicios médicos.

Un claro ejemplo es Sudáfrica, donde el aborto se legalizó en 1996 y para el año 2000, la mortalidad materna por abortos no seguros se había reducido en un 91%; además, el número de mujeres con infecciones causadas por estos procedimientos se había reducido a la mitad.