Aborto seguro en Puebla: PAN y Arquidiócesis desinforman sobre el tema

Discursos pronunciados por el PAN y la arquidiócesis, refuerzan la criminalización y la desinformación del aborto.

Discursos que desinforman la práctica del aborto fueron pronunciados por Miembros del PAN y Arquidiócesis en Puebla
Freddy Angón Discursos que desinforman la práctica del aborto fueron pronunciados por Miembros del PAN y Arquidiócesis en Puebla

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La despenalización del aborto en la entidad poblana ha traído muchas discusiones en torno al tema. Grupos a favor y en contra de este procedimiento esperaron fuera del Congreso del Estado para escuchar la decisión de los diputados, mientras que dentro de la sede legislativa, burócratas pertenecientes al Partido Acción Nacional argumentaban en contra de la despenalización con argumentos que desinforman sobre este procedimiento médico.

Asimismo, la Arquidiócesis en Puebla lanzó un comunicado e hizo un pronunciamiento que apelaba a la no legalización del aborto, utilizando argumentos que estigmatizaban a las mujeres por su decisión.

Sin embargo, estos discursos refuerzan la criminalización y la desinformación de un proceso médico que es parte del ejercicio pleno de los derechos humanos.

Argumentos del PAN

El diputado del PAN, Miguel Espinosa de los Monteros, frente al tribunal, argumentó que la despenalización del aborto sería un hecho lamentable para la entidad, haciendo un llamado a los diputados para no aprobar la ley.

 Miguel Espinosa de los Monteros, Diputado del PAN. Foto: EsImagen
Miguel Espinosa de los Monteros, Diputado del PAN. Foto: EsImagen

Dentro de sus argumentos, presentó un audio con latidos fetales, los cuales él afirmó que eran latidos de corazón de un embrión menor a las 12 semanas.

Sin embargo, los latidos presentados no son de un corazón; según doctores de la organización Salvemos Miles de Vidas, los embriones no tienen un corazón como tal, lo que se escucha es la frecuencia del miocardio.

El diputado apeló a que los presentes votaran desde la “moral y lo comunitario”, aunque es reconocido por organismos como la Organización Mundial de la Salud que los discursos en contra del aborto desde la moral o la religión limitan el acceso a la salud y el ejercicio pleno de los derechos humanos.

“Pido un minuto de silencio por todos los bebés asesinados en el vientre de sus madres, también por todos los bebés que serán asesinados si se concreta esta reforma”, comentó Miguel Espinosa durante la sesión en el Congreso.

Otros argumentos que desinformaron sobre el aborto fueron los emitidos por la diputada panista, Mónica Rodríguez, quien dijo que el aborto:

“es un asesinato a un ser vivo, no es una interrupción, ya que cuando algo se interrumpe se puede retomar, y aquí es terminar con la vida de un ser humano indefenso”.

Estas afirmaciones reproducen un discurso que estigmatiza y desinforma sobre la interrupción legal del embarazo, considerando que ha sido documentado por doctores que los embriones no son seres humanos.

Organismos en defensa de los derechos humanos, como Amnistía Internacional, han reconocido que en el derecho y las normas internacionales no se reconoce al feto, embrión, zigoto o gameto como humanos, por lo que no se puede criminalizar a las mujeres o personas gestantes por decidir interrumpir su embarazo.

Otro argumento que desinforma es afirmar que interrumpir significa acabar con la vida, pues hay que considerar que la interrupción del embarazo no implica que las mujeres no puedan volver a embarazarse.

Ginecólogos y ginecólogas de la organización Salvemos Miles de Vidas consideran esto como un mito, ya que el aborto, si se realiza en condiciones seguras, no causa ningún problema físico ni psicológico.

Desinformación del aborto por parte de la Arquidiócesis

Durante la misa del domingo 14 de julio, el arzobispo, Víctor Sánchez Espinosa hizo un llamado a los diputados a no despenalizar el aborto, argumentando que es una práctica peligrosa y causa grandes problemas a la mujer.

Este es un mito sobre la práctica del aborto, pues al ser una práctica médica y científicamente documentada, la Organización Mundial de la Salud, así como el Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva del Instituto Mexicano del Seguro Social, reconocen que el aborto es un procedimiento seguro.

En el caso del aborto seguro antes de las 12 semanas, es decir, en el primer trimestre del embarazo, se utilizan pastillas de misoprostol, que pueden ser solo o en combinación con mifepristona, y que se colocan en la boca para provocar contracciones, mediante las cuales se expulsa el contenido del útero.

En la unidad de salud se realiza un diagnóstico para evaluar si la persona es candidata a este método, se le proporcionan las indicaciones y el procedimiento puede realizarse en casa con el acompañamiento de personal capacitado.

El misoprostol tiene una efectividad del 84% al 92% (dependiendo del número de semanas de gestación), además, no causa ninguna complicación en la salud de las mujeres o personas gestantes, ni afecta de ninguna manera su fertilidad, según Salvemos Miles de Vidas.

La persona embarazada puede abortar en su domicilio o sin necesidad de acudir a un establecimiento de salud, al menos durante parte del proceso, señala la OMS (2020).

Dentro del comunicado lanzado por la misma Arquidiócesis, también se apeló a que las mujeres que abortan llegan a tener problemas psicológicos relacionados con la depresión; sin embargo, otros organismos como Ipas han documentado testimonios de mujeres que han presentado tranquilidad y alivio, siempre y cuando sean acompañadas y cuidadas durante todo el proceso.

Los discursos que criminalizan, estigmatizan e impiden el derecho a la autonomía corporal de las mujeres pueden causar mayores síntomas de depresión e inseguridad e incluso llevar a acceder a abortos inseguros, en los cuales sí se corre el riesgo de muerte.

La imposibilidad de recibir atención para el aborto de calidad infringe varios derechos humanos de las mujeres y las niñas, como el derecho a la vida, el derecho a gozar del grado máximo de salud física y mental que se pueda lograr, el derecho a beneficiarse del progreso científico y de su puesta en práctica, el derecho a decidir libre y responsablemente el número de hijos y el espaciamiento entre los partos, y el derecho a no sufrir torturas ni tratos o castigos crueles, inhumanos o degradantes- según la OMS (2020)