Abraham Noriega, piel de óleo y venas de pintura

A pesar de las adversidades, Abraham Noriega mantuvo clara su meta: aprender a dibujar

Abraham Noriega, piel de óleo y venas de pintura
Mitzi PULIDO | Abraham NORIEGA Abraham Noriega, piel de óleo y venas de pintura

A pesar de las adversidades, Abraham Noriega mantuvo clara su meta: aprender a dibujar. Por lo que en 2004 empezó a trabajar de cajero de medio tiempo y así estuvo seis años, con esto se ayudó para poder mantener sus estudios en la Escuela de Artes Visuales en el Estado de Puebla. En la actualidad es artista plástico, tiene 30 años y está enfocado a la pintura y la escultura.

Él menciona que su profesión le ha dejado muchas satisfacciones personales, con sus clientes y familiarmente, ya que su hermano también estudió artes plásticas, así que en ocasiones trabajan a la par y entre los dos han sacado trabajos adelante. A él le encanta su carrera porque considera que la sociedad, además de abogados, médicos y arquitectos, también requiere de gente creativa.

En entrevista con El Popular, diario imparcial de Puebla, Abraham Noriega comentó: “Las personas que están sumergidas en el arte, la historia y la cultura en general, son quienes han cambiado la historia y el rumbo de la sociedad en nuestro país; por eso quise inclinarme a las artes plásticas, porque es una técnica que grita consignas sin necesidad de hablar. Le grita al político que no robe, a la sociedad que no se ataquen entre ellos mismos y la pintura solita te transmite una sensación”.

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Lo más difícil que ha tenido que pasar en esta carrera han sido las oportunidades y el mercado, ya que son muy reducidos en algunas ocasiones y no son tan inclusivas, como en muchas dependencias de gobierno, que hacen diferencias entre artistas. En una ocasión él estuvo trabajando en un proyecto, junto con otros creadores que ya tenían experiencia en el área y quienes participaban en otros programas, donde en ese entonces él aún estudiaba y tuvo que parar su obra pues durante tres meses no se le pagó, así que no pudo invertir en su trabajo a falta de apoyo, pero nunca se dio por vencido. 

Abraham menciona que quiere dejar un legado en su familia, así como en el estado de Puebla con un proyecto en mente que beneficie al turismo en el estado. Su plan es hacer unos murales con esculturas de máscaras prehispánicas gigantes para que las personas se acerquen a la ciudad, además de conocer la catedral. También que tengan la inquietud de sacarse fotos en lo que él llama “mural de las máscaras” de Abraham Noriega.

Invitó a la sociedad en general que apunten su mirada al arte, para verlo como un legado de nuestro país; de ver a nuestros artesanos, que consuman cosas mexicanas. “Consumir a nuestros hermanos del país, dejando de imitar alguna personalidad extranjera”.

Él realiza diferentes retratos y en algunos casos sus trabajos llevan las ideas de sus clientes, pues a través de pedidos él plasma lo que ellos desean. Sus piezas pueden verlas a través de su red social, la cual lleva su mismo nombre, donde pueden consultar precio de sus pinturas y hacerle pedidos.