Baja el cero y no contiene

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La aritmética del Covid-19 nos tiene confundidos a muchos ciudadanos en México. Y nos mantiene también estratégicamente distraídos.

Cada día nuestro subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, aparece como un legendario “profe” de escuela primaria ofreciendo el último informe del avance del virus. Con una carpeta bajo el brazo llena de cifras, nos revela el aumento en número de muertos, la cantidad de nuevos casos, los niveles de contagios y casos de hospitalizados.

Más allá de su cotidiano sermón hipnótico, somnoliento y mediático, todo al final del día se resume en números fríos y cambiantes, en una corriente constante de cantidades que quizá causan un asombro pasajero y son un motivo más de conversación de encierro (“hoy hay más muertos que ayer!”), pero que a fin de cuentas quedan sólo en pura y simple aritmética.

Lo lamentable del caso es que esta semana hubo un repunte signficativo de muertes que fue atribuido por nuestras autoridades a reportes tardíos, de hace dos meses, por lo que se decidió acumularlos en la ronda del momento y “actualizar los datos”. En pocas palabras, súmale a la lista que quedaron estos muertitos pendientes…

A nuestro gobierno le conviene seguir esta estrategia de la aritmética distractora y cambiante. Es parte de la propaganda de entretenimiento para ocultar otras realidades más preocupantes, como la falta de una adecuada estrategia de salud y de capacidad hospitalaria. Es decir, el objetivo de los informes matutinos (La “Mañanera” con López Obrador) y los reportes vespertinos (La “Tardeada” con López-Gatell) es buscar que los números del virus minimicen los hechos más críticos que vive México, de los que no nos hablan abiertamente.

Una cruda realidad más, por ejemplo, está en otro tipo de cifras: las del desempleo. Sin embargo, de esa contabilidad nos nos informa todos los días nuestro gobierno, porque no le conviene. Por lo menos 2.1 millones de mexicanos no tenían empleo en abril, según el Inegi.

Y súmele usted las cifras de “pérdida de empleadores”. Es decir, de aquellos propietarios cuyos comercios y negocios ya no volverán a abrir las puertas, como en el caso de establecimientos de turismo, restaurantes y constructoras, por mencionar algunos.

Nadie parece entender el timing de nuestro presidente, quien se aferra en restablecer en mal momento sus giras populistas, inaugurar el arranque de un tren que no llegará a ningún lado y en pleno desenlace de otro “huracán” (éste sí meteorológico, además del sanitario, que ya tenemos con él más de dos meses).

Los mexicanos no sólo presenciamos hoy en día un circo de tres pistas, sino un espectáculo de muchas pistas que sólo pretende “despistar” más nuestra atención de los efectos reales que está teniendo el Covid-19 en la salud, la economía y el bienestar personal y familiar de millones de mexicanos.

El país demanda de nuestro gobierno federal más acciones y menos “sumas y restas” que sólo sirven para emprender una manipulación oficial de la información y operar una maquiavélica campaña de propaganda culpando a la prensa independiente, que muestra otros datos, de la realidad que vivimos. Baje usted el cero y no contiene…

 

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de El Popular, diario imparcial de Puebla.

 

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