!El avión!… !El avión!
Endeudado, despreciado y sin un claro futuro reposa.
Endeudado, despreciado y sin un claro futuro reposa ya de nuevo en su hangar presidencial el TP-01, mejor conocido como el “José María Morelos y Pavón”. Después de estar alojado 19 meses en Victorville, California, el Boeing 787-8 Dreamliner fue devuelto a México a mediados de esta semana. El costo de su mantenimiento y almacenamiento ha sido de 47 millones de pesos, según estimaciones oficiales. Nada barato. Desde que llegó al poder en 2018, Andrés Manuel López Obrador advirtió que se vendería el avión. Era un gran gasto no solo para operarlo sino también para mantenerlo, dijo. Sorprendiendo a millones de mexicanos, el Presidente anunció que él se trasladaría en vuelos comerciales, una práctica en la ciertamente ha sido congruente y ha viajado poniendo el ejemplo, como cuando voló en un vuelo comercial a Washington a principios de julio para reunirse con Donald Trump. El jet presidencial, sin embargo, se encuentra hoy “despistado”. Por un lado enfrenta una gran deuda y, por el otro, está en espera de ser vendido (casi malbaratado) y al mismo tiempo rifado en millones de “cachitos” en una lotería de carácter extraordinario. El periódico Reforma publicó el jueves que la aeronave encara una deuda que el Gobierno federal debe liquidar con Banobras por 2 mil 45 millones pesos, de acuerdo al plan de pagos. Hace ocho años, reveló el diario, el Gobierno federal pagó 2 mil 952 millones de pesos por la nave, de los cuales mil 688 millones fueron por la compra del aparato y el resto para el equipamiento, adecuaciones y certificaciones. Banobras desembolsó los recursos para darlo en arrendamiento a 15 años a la Sedena, dependencia que pagaría el monto total del avión y los intereses, en total cerca de 6 mil millones de pesos. Además de su deuda, el avión presidencial enfrenta un futuro incierto. Desde el pasado 13 de julio, Jorge Mendoza Sánchez, director general de Banobras, dio a conocer que se había recibido una oferta de un comprador (se desconoce quién) por 120 millones de dólares. El proceso está en curso. No obstante, y a pesar de la oferta de compra, se mantiene la rifa simbólica del aparato, un polémico sorteo del que ya se ha vendido una cuarta parte de los seis millones de boletos a un precio de 500 pesos cada uno, según el Gobierno. De realizarse el sorteo, éste se llevaría a cabo el próximo 15 de septiembre y entregaría cien premios, cada uno de 20 millones de pesos (en total 2,000 millones de pesos que equivalen a 66 por ciento del valor total de la emisión de esta rifa especial). El Presidente se comprometió a que el resto de los recursos que se obtengan se destinarán a la compra de equipo médico para hospitales. Para muchos, el dilema del TP-01 es el cuento presidencial de nunca acabar de este sexenio, una historia llena de controversia y polémica debido al proceso difícil por el que ha pasado para su venta. Y por la situación crítica que vive la industria aérea y la economía global en el mundo, el “timing” para su oferta y venta no es definitivamente el ideal en este momento.
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