Octubre de bloqueos

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Los mexicanos ya piensan que a nuestro Presidente “le vale queso” los bloqueos en las autopistas, carreteras estatales y vías ferroviarias que se han multiplicado durante este mes de octubre.

Michoacán, Sonora, Sinaloa, Morelos, Estado de México, Querétaro y Chihuahua son escenarios de insurgencia popular. Hasta en el estado consentido de AMLO —Tabasco— los habitantes se “encendieron” esta semana.

Lo que ocurre en esta última entidad resulta simbólico. Tabasco registró estos días una serie de bloqueos de carreteras y calles de diferentes municipios por parte de ciudadanos que exigen apoyos de la Secretaría del Bienestar debido a las lluvias e inundaciones que provocaron los frentes fríos que llegaron este mes, apoyos que por supuesto no habían recibido.

Pese a que hubo algunos desalojos de la Policía estatal y de Guardia Nacional, la capacidad de reorganización de esas comunidades tabasqueñas es sorprendente: rápidamente se movilizan y comienzan a bloquear otros espacios.

También esta semana al menos 20 casetas de cobro en distintas autopistas del País fueron tomadas por diversos grupos. El periodista y columnista Sergio Sarmiento dedico el miércoles su columna a denunciar un caso que pudo atestiguar.

 “En la caseta de Tlalpan, de la Autopista México-Cuernavaca, tres distintos grupos se alternaron para extorsionar a los automovilistas, obligándolos a entregar 50 pesos por cada vehículo”, escribió.

De acuerdo con reportes de la Guardia Nacional y de Capufe, la entidad más golpeada por esta actividad ha sido Sonora con seis tomas de autopistas y carreteras en localidades como Guaymas y Hermosillo; seguida de Sinaloa con cinco, en vías como el Libramiento de Culiacán y la vía Mazatlán-Culiacán.

Los bloqueos no solo se han efectuado en carreteras. También se han dado acciones de este tipo en diversos tramos de vías férreas en estados del sur y norte del País. En Michoacán integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) mantuvieron bloqueado el paso a 25 trenes que transitan entre Morelia y el puerto de Lázaro Cárdenas. Los maestros normalistas exigen plaza base para los recién egresados y el pago de salarios atrasados.

Y en Meoqui, Chihuahua, se cumplió más de un mes y medio de la toma de vías de ferrocarril por agricultores. Allá reclaman la extracción de agua para cumplir el tratado con Estados Unidos, lo cual ha generado pérdidas para las industrias por los costos que genera cambiar de modo de transporte y de rutas para movilizar mercancías, principalmente cosechas de maíz.

Al Presidente le gustaría decirles a estos mexicanos “Quédense en casa, apacígüense en su rancho”. Pero los ciudadanos andan “destrampados”, desafiando abiertamente a la autoridad.

Los hechos demuestran que nuestro mandatario y su Gobierno han minimizado esta mega-movilización nacional y en la mayoría de los casos su actuación se ha limitado a enviar elementos que se asoman, titubean y simplemente se quedan a la expectativa.

Ojalá nuestras autoridades no solo respondan con una mejor estrategia y den mejores garantías a los operadores de estas vías terrestres y férreas que han perdido miles de millones de pesos por la interrupción del flujo de bienes y servicios. Sus acciones deben de ir a la raíz de los problemas y pedir cuentas a quienes de alguna manera no están atendiendo las demandas de la población y están poniendo al País de cabeza.

 

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