No más manipulaciones

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Dos importantes descalabros sufrió el Presidente Andrés Manuel López Obrador y su partido Morena esta semana. La molestia del mandatario no tardó —como es usual— en manifestarse.

Por una parte, la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) acotó la posibilidad de que un partido que gane la mayoría de votos para la Cámara de Diputados tenga una sobrerepresentación como la que ostenta actualmente Morena.

Los magistrados electorales dieron por bueno en voto unánime los argumentos presentados por el Instituto Nacional Electoral (INE) que evidenciaban el peligro de mayorías artificiales en el Congreso. Este fenómeno ocurría precisamente al momento de asignar las diputaciones plurinominales.

Con ello, se está buscando que Morena y partidos “paleros” ya no hagan más trampas mediante asociación oportunista. La inexistencia previa de estos “frenos” permitió en el pasado que el partido del Presidente y sus comparsas quedaran sobrerrepresentados en la 64 Legislatura en casi un 16 por ciento con respecto a la votación recibida en los comicios federales de hace tres años.

Los criterios aprobados por el INE no violan la Constitución ni la Ley Electoral al permitir que se de el concepto de "afiliación efectiva”. Por el contrario, ello fortalece nuestro proceso democrático y le da más transparencia al sistema legislativo en México.

Otro revés ocurrió luego de que el TEPJF ratificó los fallos del INE al retirarle las candidaturas a Gobernador a Félix Salgado y Raúl Morón, en Guerrero y Michoacán, por no presentar sus informes de precampaña. 

De acuerdo con la mayoría de los magistrados, el ocultamiento fue doloso y deliberado, y con ello se afectó a los principios de rendición de cuenta, transparencia y equidad en la elección.

Estas decisiones toman una relevancia especial en estos tiempos. Por un lado, son un recordatorio a los partidos políticos que ya no pueden influir en las instituciones electorales como ocurría años atrás. Todavía recordamos la fragilidad y porosidad ante los intereses más viles que presentaban los organismos electorales para ser manipulados con miras a favorecer a candidatos y los resultados.

El Presidente estuvo muy molesto toda la semana. A los magistrados electorales, López Obrados los llamó “antidemócratas, provocadores, conspiradores y pseudo demócratas”.

“El INE y el TEPJF son órganos creados para que no haya democracia, nosotros estamos aquí a pesar de esos órganos”, dijo.

Nada parece gustar al Presidente sobre el proceder por parte del INE y de los tribunales. En lugar de defender la autonomía y legalidad de estas instituciones manda una señal equivocada a la Nación y aparece como “juez y parte” al opinar y defender a su partido Morena. El jueves propuso, incluso, que el IFE pase a ser parte del Poder Judicial.

Muchos años le ha costado a México poder tener más espacios de democracia y libertad. Ha sido una lucha patriota de muchos ciudadanos para tener un sistema electoral más sólido y celebrar comicios más transparentes. Olvida López Obrador que él mismo, en un momento de la historia, pugnó valientemente por ello. Es una lástima que —ahora en el poder— actúe totalmente al contrario.

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