Volver a “Macalear”

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Miles de ansiosos “shoppers” mexicanos ya tienen sus maletas vacías —no empacadas— para viajar “al otro lado” y llenarlas de ropa, artículos personales y del hogar. En el noreste de México algunos le llaman “ir a macalear” (en referencia a comprar en las tiendas de McAllen, Texas).

La primera señal de que los puentes fronterizos serán reabiertos próximamente (quizá para mediados de julio o con mayor seguridad a finales de julio) fue enviada hace apenas unos días.

El pasado 11 de junio, el departamento de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) anunció que ya es posible pagar por adelantado a través de internet los seis dólares que cuesta el permiso I-94. Esta es la cuota que se les pide a los extranjeros que viajan por tierra y que piensan adentrarse más allá de la franja fronteriza (25 millas) del vecino país o permanecer por un tiempo de hasta seis meses.

Esta semana los gobiernos de México y Estados Unidos establecieron grupos de trabajo para acelerar la reapertura luego de 15 meses de restricciones por la Pandemia. El cruce fronterizo ha estado prohibido a los mexicanos desde marzo de 2020, aunque los norteamericanos sí han tenido oportunidad de visitar nuestro territorio.

Alejandro Mayorkas, secretario de Seguridad Nacional de EEUU, se reunió esta semana con Marcelo Ebrard en México para discutir cómo sería la reapertura. Ésta dependerá principalmente del avance de la vacunación contra Covid-19 que se efectuará en las ciudades fronterizas mexicanas en donde se espera a partir de la próxima semana vacunar a todos los residentes mayores a 18 años.

Para ello, Estados Unidos ha surtido a México de 1.35 millones de vacunas Johnson & Johnson para ser distribuidas y administradas en los 39 municipios fronterizos. La ventaja de esta vacuna es que solo requiere de una dosis para dar protección contra el virus.

El hecho de que sean vacunas Johnson & Johnson es un punto importante porque es una de las tres vacunas aprobadas por las autoridades de Estados Unidos.

Se busca con ello cerrar la diferencia porcentual de vacunación en esa zona. Es decir, se va a aplicar a las personas mayores de 18 años para intentar acercarse a los altos niveles de inoculación lograda ya del lado norteamericano.

Sin embargo aún existen muchas preguntas que los mexicanos se están planteando: ¿Se deberá llevar alguna certificación especial de vacunación ya obtenida? ¿Se solicitará aún así una prueba de Covid-19 reciente como es obligatorio llevar en los viajes aéreos? ¿Que sucederá si el turista fue inoculado con la vacuna china Cansino (como lo fueron miles de maestros) o la rusa Sputnik, ambas aún no aprobadas en Estados Unidos?

Y es que hace unos días, según la cadena Fox, el secretario de Salud de California, Alonso Pérez Rico, dijo que uno de los requisitos que planea agregar el gobierno norteamericano es limitar el ingreso solo a quienes hayan recibido las vacunas Pfizer, Moderna o Johnson & Johnson.

Complicado, sin duda, luce el escenario de reapertura fronteriza. Ojalá las autoridades clarifiquen bien los requisitos para que los turistas vayan considerando sus alternativas y que el viaje a la frontera norte no sea una desagradable sorpresa o se convierta en una mala experiencia.

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