El Planeta nos alerta...
Cuando pensamos en Siberia generalmente nos imaginamos un área del planeta que se distingue por ser muy fría, con hielo y nieve...
Cuando pensamos en Siberia generalmente nos imaginamos un
área del planeta que se distingue por ser muy fría, con hielo y nieve. Hoy, una
importante región de esa zona del norte de Asia es víctima de épicos incendios
producto de un fenómeno que cada día es más tema de conversación social: el
calentamiento global. Tan solo en este año el fuego ha devorado un área de más de
160 mil kilómetros cuadrados en Siberia, equivalente a la superficie del estado
de Coahuila. Los incendios han provocado que parte del Polo Norte —por primera
vez en toda su historia— se haya llenado de humo, según han observado
científicos rusos. No solo Siberia resiente en los últimos días los efectos del
calentamiento global. Islas, ciudades y poblados de Grecia también han padecido
grandes incendios; y en California cualquier onda de calor es ya sinónimo de la
llegada de fuego en sus bosques. Inviernos menos severos, veranos más extremos, huracanes
cada vez más intensos y otros fenómenos meteorológicos apocalípticos
probablemente serán más comunes en los próximos años. La principal causa de
todos estos desastres es un aumento histórico en la temperatura en diversas
regiones del planeta, antes ajenas a sorpresas naturales de este tipo. Al respecto, esta semana un panel de Naciones Unidas sobre
el cambio climático advirtió que el calentamiento global está cerca de
“salirse fuera de control”. Y sí: los seres humanos somos los
responsables, el planeta ya se cansa de alertarnos. Los hallazgos de la ONU se condensaron en lo que se dio a
conocer como Informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el
Cambio Climático (IPCC). El reporte revela que los niveles de gases de efecto
invernadero en la atmósfera son lo suficientemente elevados como para
garantizar una alteración del clima durante décadas. Para muchos científicos esto significa “la última llamada”
para que se tomen medidas inmediatas, efectivas y a nivel masivo para reducir
las emisiones de fósiles. Una de las preocupaciones más importantes es que la
temperatura media mundial superará el umbral de calentamiento de 1.5
grados centígrados en los próximos 20 años. Desde 1970, las temperaturas de la
superficie global han aumentado más rápido que en cualquier otro período
de 50 años. Para muchos, los últimos cuatro años representaron un estancamiento para
hacer algo al respecto, sobre todo en Estados Unidos, uno de los países más
involucrados en este tema. Ello debido a la política errónea del entonces
presidente Donald Trump cuya administración minimizó la importancia de este
fenómeno global, lo llamó “engaño” y hasta sacó a su país del Acuerdo de París. El tiempo cada vez es menos para poder hacer algo al
respecto. Hasta ahora, los científicos aseguran que los compromisos de la mayor
parte de los países del mundo para reducir las emisiones han sido insuficientes
para disminuir el nivel de gases de efecto invernadero acumulados en la
atmósfera. Quizá sea hora de que los gobiernos de todo el planeta
—incluyendo el nuestro— dejen de contemplar este problema desde un enfoque
político para empezar a considerarlo como un asunto cada vez más de gestión
científica, de dedicarle mayor presupuesto y de asumir una postura de mayor
activismo oficial.
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