A Laredo… y no de “shopping”
Decenas de autobuses con cientos de neoloneses cruzaron esta semana a Laredo, Texas, SIN VISA...
Decenas de autobuses con cientos de neoloneses cruzaron esta
semana a Laredo, Texas, SIN VISA para ser vacunados “del otro lado” contra el
Covid… pero no tuvieron oportunidad de bajarse a comer una Whataburger. El viaje fue estrictamente con un propósito: recibir cada
pasajero una de las casi 17 mil dosis de la Johnson & Johnson donadas por
las autoridades norteamericanas, principalmente de Austin y Laredo. En un espacio de la aduana americana, personal sanitario
subió a las unidades y ahí vacunó a los pasajeros, la mayoría trabajadores de
empresas regiomontanas. Tras ser inoculados todos, cada unidad emprendió su
retorno… el “shopping” quedó para otra ocasión y en mejores circunstancias. ¿Por qué solo gente de Monterrey y de ese estado fueron los
afortunados de recibir la vacuna? Porque la iniciativa fue promovida por el
gobernador electo, Samuel García, lo que muchos observadores consideran ya como
su primera acción de gobierno y sin pisar aún el despacho de Palacio. Al menos 39 mil trabajadores de más de casi un centenar de
empresas de Nuevo León se han registrado para ser vacunados en Texas, informó
García a los medios. Se espera llegar en una primera etapa a una cifra de 25
mil dosis como parte de esta campaña de vacunación transfronteriza. Para muchos esta primera actividad de García representa una
solución práctica para sacarle la vuelta a la ineficiencia mostrada por las
autoridades federales mexicanas que siguen retrasando la aplicación de vacunas
a pesar de que han llegado millones de ellas al país en las últimas semanas. Para otros lo promovido y ejecutado por el gobernador electo
significa un acto de propaganda y de imagen personal debido a que se realiza
“fuera de tiempo”, es decir, sin haber llegado a pisar aún el recinto de
gobierno estatal. El operativo, sin embargo, funcionó mediáticamente. Tanto
los medios de comunicación tradicionales, como las redes sociales, fueron
espacios en donde se difundieron comentarios en la mayoría positivos. Lo hecho por García, además, dejó en una posición incómoda al
actual gobernador Jaime Rodríguez —El Bronco— dejándolo en evidencia por las
fallidas políticas de gestión que ha tenido en relación a la aplicación de
vacunas en el estado y el mal tino en las medidas restrictivas que ha ordenado,
muchas de ellas de extrema afectación a los negocios de Nuevo León. El Bronco había mostrado cautela en el tema de contagios por
Covid y estaba renuente a un posible regreso a clases en las primarias y
secundarias. Finalmente accedió a la presión de los padres de familia y ha condicionado
el retorno solo en aquellas escuelas que cumplan —y comprueben— la observancia
de los protocolos sanitarios requeridos. Dos gobernadores de diferente generación, dos estilos
personales de hacer política pública. Lo realizado por García contempla ser,
sin duda, solo un ejemplo del estilo pragmático y veloz que caracterizará su
gobierno.
Y es un mensaje directo a La Nueva Tenochtitlán de que
García está dispuesto a actuar por su cuenta y brincarse la burocracia federal
para lograr soluciones prácticas a los problemas apremiantes que afectan a la
comunidad. |
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