El virus que no se va
Los matachines alistan ya sus trajes, las maracas y el tambor para salir a las calles.
Los matachines alistan ya sus trajes, las maracas y el tambor para salir a las calles. La fabricación de piñatas y pirotecnia está tomando velocidad para alegrar las posadas. Y la planificación de cenas navideñas en familia —tras dos años de Pandemia— va viento en popa. Así estamos en México, mientras varios países europeos están inmersos en la llamada “Cuarta Ola” del Covid. Los casos están marcando nuevamente récords y la mortalidad sube en muchas partes de Europa Central. Las restricciones —confinamiento, cierre de lugares públicos y toque de queda— han vuelto a países como Alemania y Austria. Este último país, por ejemplo, anunció este viernes la vacunación obligatoria. La región europea representa más de la mitad de las infecciones promedio a nivel mundial y alrededor de la mitad de las últimas muertes, de acuerdo con un recuento de Reuters. Se trata de los niveles más altos desde abril del año pasado. Países como Austria y la República Checa, que en la primavera de 2020 pasaron la primera oleada con cifras de contagios y muertes muy bajas respecto a España, se ven más de un año después obligados a restringir la libertad de movimientos. A diferencia de España (que no ha resentido tanto el rebrote) muchos de sus vecinos que viven esta ola presentan como denominador común tasas de vacunación por debajo de la media de la Unión Europea. Otras causas que han provocado este repunte sorpresivo tiene que ver con la disminución de la inmunidad entre los inoculados y una relajación en el uso de cubrebocas y el distanciamiento social. Todo ocurre previo a la temporada de Navidad por lo que las autoridades han decidido regresar a las restricciones precisamente para evitar aún mayores contagios. La cena navideña, para muchos europeos, será nuevamente más íntima, sin posibilidad de ver a familiares y amigos. Los focos rojos se han encendido en otros países. En el caso de México, el repunte de nuestras “olas” también estuvo relacionado con la Semana Santa y el verano (el mayor pico en agosto, justo después de un mes de julio en donde el turismo vacacional se desató). ¿Existe la posibilidad de una “cuarta ola” en nuestro país, en especial por las condiciones invernales que se empiezan a sentir y un nuevo escape vacacional? Ciertamente las circunstancias en comparación a hace un año son muy diferentes. Alrededor de 75 millones de mexicanos, según datos del Gobierno, ya tienen al menos una dosis. Y la cultura de protección y prevención sanitaria ha sido bien observada por la mayoría de los mexicanos, a excepción de algunos eventos masivos en donde jóvenes y adultos se han sentido con la libertad de no utilizar el cubrebocas. No nos debemos de confiar. Muchos mexicanos comenzarán cada vez más a perder inmunidad por falta de refuerzos. Y esto debe de ser una prioridad en nuestro gobierno este invierno y considerar dos etapas. Primero, acelerar la aplicación de las segundas dosis, extender aún más la vacunación a menores e iniciar mejores procesos de verificación de salud en el ingreso de extranjeros. Y segundo, preparar una segunda etapa de vacunación masiva como arranque del 2022, una inoculación de refuerzo. Ello con el fin de evitar cualquier posibilidad de tener no solo una cuarta ola comenzando el año, sino también una quinta ola más adelante. |
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