Contagioso, menos letal

Hasta hace apenas unas semanas todo apuntaba a que el 2022...

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Hasta hace apenas unas semanas todo apuntaba a que el 2022 —que este fin de semana iniciamos— sería el año en que dejaríamos atrás los efectos del Covid-19.

Sin embargo, fue en noviembre cuando los “focos rojos” se encendieron de nuevo en todo el mundo ante la aparición de una nueva variante —más contagiosa, pero menos severa— conocida como Omicrón.

Pero primero fue Delta, la variante del 2021. Igualmente el mundo pensaba que las cosas cambiarían a partir de la primavera pasada, pero Delta vino a complicar las cosas.

Mucho tuvo que ver el hecho de que en muchos países hubo una buena cantidad de personas que rechazaron las vacunas y optaron en su lugar por adoptar métodos simples de control de infecciones, como el uso de cubrebocas. Esto permitió que la variante Delta se propagara.

Pero en noviembre el planeta fue sorprendido por la aparición de una cepa aún más infecciosa —Omicrón— que rápidamente superó a su predecesora para convertirse en la cepa dominante en muchos países.

Sin embargo, hay una noticia que hasta cierto punto podría considerarse “buena” en todo este nuevo escenario. Los primeros estudios de Gran Bretaña y Sudáfrica, y datos de los hospitales en Estados Unidos, hacen eco de lo que los profesionales de la salud han estado informando de manera sistemática durante semanas: que Omicrón parece menos probable de provocar graves complicaciones y hospitalizaciones especialmente entre las personas vacunadas.

Es decir, esta variante podría considerarse de impacto similar a una severa gripe, a un golpe de influenza típica. Si los datos se mantienen y refuerzan por otros estudios, sería un gran alivio puesto que Omicrón se replica y se propaga con una velocidad impresionante, incluso entre personas vacunadas y con una tercera inoculación de refuerzo.

Y esto significaría una segunda “buena” noticia: que el coronavirus está en camino a convertirse en un peligro cada vez menos endémico que pondría fin a la pandemia en un par de años.

Pero los expertos convocan a no bajar la guardia. Aun cuando Omicrón es la mitad de letal, sigue siendo de cuidado. Incluso, si es relativamente leve para muchos de los que están completamente vacunados, es importante recordar que la mayor parte del mundo sigue sin tener la dosis completa, sobre todo la población infantil.

La variante africana ha venido además a plantear un dilema importante a los gobiernos de todo el mundo: ¿Es urgente volver a medidas de confinamiento? ¿Es prioritario limitar de nuevo la actividad económica y restringir la asistencia a las escuelas?

Cada país está tomando las medidas convenientes y cada gobierno local —como lo vimos en México— implementará algunas más por su cuenta.

Lo que no podemos negar es que Omicrón cobrará fuerza en nuestro país en enero y febrero, como lo está viviendo Europa en este cierre de año. Alcanzaremos nuevos récords, sin duda, para quizá llegar al “pico” más alto antes de la primavera y de ahí iniciar un descenso.

¿Podría llegar una nueva variante? Esto siempre es posible mientras la pandemia esté presente, pero los estudios apuntan a que cada vez las nuevas versiones serán menos letales. Confiemos que así lo sea.

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