Atentamente, López Obrador…

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A diez mil metros de altura el jueves, seguramente sobre las tierras oaxaqueñas en donde nació el benemérito de las Américas, Benito Juárez, nuestro Presidente se inspiró para atender con oportunidad el reclamo del Parlamento Europeo y escribir un inusual comunicado de prensa.

En el viaje (lo redacté) con Jesús (Ramírez)”, confesó su autoría este viernes Andrés López López Obrador al presentar su conferencia Mañanera en Tapachula, Chiapas.

Se trató de un comunicado que acusa a los parlamentarios de actuar como “borregos de una estrategia reaccionaria y golpista del grupo corrupto que se opone a la Cuarta Transformación”.

La respuesta presidencial vino luego de que ese mismo día el organismo europeo le reclamó y exigió garantías más sólidas que garanticen mayor seguridad a periodistas y defensores de los derechos humanos.

El Parlamento calificó a México como “el país más peligroso y mortífero” para ejercer esta profesión.

Aludió en concreto a la retórica populista de López Obrador, específicamente a la metodología autoritaria que sigue en sus conferencias de prensa a través de La Mañanera.

La guerra de comunicados del jueves fue seguida por una batería de tuits de diferentes fuentes cargados de asombro, incredulidad e indignación.

“Esto es para consumo interno, para alimentar a su base; es la reacción del ´bully´ del barrio, que busca el aplauso de su banda”, comentó Sociedad Civil de México en su cuenta de Twitter.

“Mi primera lectura del comunicado del Gobierno me hizo suponer que era falso. Lo vi luego en la página oficial. Me pregunté si habría un hackeo. Esperé a un eventual desmentido. Pero nada. Es preocupante el descuido, el tono, la desmesura”, escribió el periodista Julio Astillero, quien generalmente es afín a la izquierda.

“La verdad que sí. Me parece muy desafortunado. Pensé que era falso. Me parece, por decirlo suave, poco diplomático”, le secundó el controvertido diputado Gerardo Fernández Noroña del Partido del Trabajo.

El reclamo del Parlamento, a fin de cuentas, parece legítimo y oportuno. Para nadie es un misterio que el Presidente ha convertido la Mañanera en una oportunidad para denigrar e intimidar a periodistas independientes, propietarios de medios de comunicación y activistas.

Ya anteriormente se ha comentado en esta columna la deficiente política en Comunicación Social en Presidencia para tratar con delicadeza —y justicia— el tema de los ataques al Periodismo y al activismo nacional.

Es común escucharlo culpar a “la prensa neoliberal”, de que los periodistas tienden a exagerar en este tipo de casos. Ha sido una manera de minimizar este asunto de interés nacional y de atención ahora internacional, como lo muestra el pronunciamiento del Parlamento Europeo.

El discurso de López Obrador continúa hasta el día de hoy con su tono indiferente y hasta cierto punto sarcástico al referirse a estos crímenes. El comunicado del jueves, redactado en las alturas, refleja en buena medida su recurrente táctica de evasión.

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