Entender la política de hoy

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El arte de hacer política en nuestra sociedad se transforma constantemente. Hoy en día su ejercicio ya no solo se limita al juego entre partidos, ideologías y medios masivos. La participación digital, los movimientos populistas y un sector de la ciudadanía cada vez más proactivo adquieren más relevancia en ella.

Por ejemplo, uno de los cambios más notables en la política contemporánea es el surgimiento de la participación digital. El advenimiento de Internet y las plataformas de redes sociales ha revolucionado la comunicación política, permitiendo que los poderosos se involucren directamente con los ciudadanos y movilicen su apoyo.

El marketing político es hoy esencial tanto en campañas como en tiempos de paz. Los políticos y candidatos ahora aprovechan plataformas como Twitter, TikTok e Instagram para llegar a un público más amplio, difundir información y moldear la opinión pública.

En consecuencia, el discurso se ha vuelto más accesible e interactivo, lo que permite a los ciudadanos expresar sus preocupaciones, contribuir a las discusiones sobre políticas y participar activamente en el proceso. La figura ya no es tanto el partido que representa, sino el individuo político que alza su voz.

Esto en buena medida ha dado lugar también al resurgimiento del populismo. Los líderes populistas han capitalizado con el creciente desencanto de segmentos de la sociedad, a menudo explotando divisiones sociales y presentándose como defensores de los intereses del pueblo.

Los movimientos neo-populistas han surgido en todo el mundo, no solo en México con el actual gobierno. Se han convertido en disruptores de las estructuras políticas tradicionales adoptando retóricas que resuenan con ciudadanos descontentos. De ahí que en muchos países surjan nuevos partidos políticos alineados a esta corriente, aunque así como aparecen también así se esfuman.

En todo este escenario de actores políticos se espera que los ciudadanos participen más activamente en el proceso y desempeñen un papel más amplio que el de mantenerse como simples espectadores.

La sociedad civil tiene la oportunidad y la responsabilidad de participar activamente en la toma de decisiones políticas. Esto implica seguir ejerciendo su derecho al voto en las elecciones, participar en referendos y expresar sus opiniones y preocupaciones a través de medios legítimos, como la participación en manifestaciones pacíficas o el envío de mensajes a sus representantes políticos a través de plataformas digitales.

A fin de cuentas, la participación política del ciudadano será siempre esencial para fortalecer la democracia y asegurar que las decisiones de los agentes del poder reflejen los intereses y valores de la sociedad.

Sin ciudadanos no hay política.

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