El estilo de las campañas
Durante esos sesenta días los electores analizarán a los canditdatos para definir el futuro del país
Inmersos en todo tipo de campañas, los próximos 60 días serán de atención masiva por cerca de cien millones de personas que decidirán de acuerdo al desarrollo de las mismas si acuden o no a las urnas el próximo dos de junio. Se definen cerca de veinte mil cargos de elección popular, donde el más importante es la Presidencia de la República, pero además van incluidas nueve gubernaturas, 500 diputaciones federales y 128 senadurías, además de la renovación de casi todos los congresos locales y más de mil ayuntamientos, más sindicaturas y regidurías. Durante esos sesenta días los electores definirán el futuro del país si desean poner el segundo piso de la cuarta transformación o la reconversión del país. Lo que está claro es que México tendrá por vez primera una mujer como Presidente, aunque las urnas definan si será Claudia Sheinbaum o Xóchitl Gálvez. Hay un tercer convidado, aunque es un simple candidato testimonial, Jorge Álvarez. Aunque los candidatos presidenciales llevan un mes en campaña, faltan dos más y los debates (tres) entre los candidatos habrán de aportar mayores elementos para que los cien millones de ciudadanos que comprende el padrón elijan al próximo primer mandatario de los Estados Unidos Mexicanos (México). Un factor que incidirá a favor o en contra de los candidatos es el juego de las encuestas, las que provocan desconfianza entre los electores, ya que la mayor parte de ellas son sumamente tendenciosas, así como la guerra sucia que provocan las campañas. Las encuestas son manipuladas, en gran parte, por empresas inescrupulosas que acomodan sus cifras al gusto del cliente y la guerra sucia desata rumores sobre un gran número de falsedades. Aquí cada uno de los equipos de los candidatos deberá estar listo para argumentar, desmentir o aclarar todo lo que se escriba y difunda. Las campañas sirven para conocer un poco de cada uno de los candidatos y para generar percepción sobre lo que cada uno quiere para el país. Cada candidato tiene su propio estilo de interactuar con el gran electorado. Claudia Sheinbaum cuenta con el respaldo oficial, el dinero que corre a raudales en su campaña. Es sobria, no tiene gran voz (no es elocuente y es demasiada plana, sin tonos, ni inflexiones), no conecta con la gente, pero tiene a su favor los seguidores de AMLO la consideran la continuadora de su obra. Xóchitl Gálvez es irreverente (ya no tanto), mantiene un tono coloquial y hasta expresiones de lenguaje de grueso calibre, que generan molestia entre un reducido grupo. Habla con frenillo, como lo hace Marta Sahagún. Sabe que conecta con varios sectores, pero los puristas la ven como un personaje con poca cultura y escaso conocimiento político. El tercer invitado a a fiesta grande es Jorge Álvarez, un personaje que trata de granjearse a los jóvenes, presentándose como una alternativa que nadie ve. Es buen orador, pero con bajo perfil y trata de granjearse a los seguidores de Samuel García y su esposa Mariana Rodríguez, pero no tiene el respaldo de las redes sociales. No somos adivinos ni clarividentes, pero las campañas pueden ser más complicada de lo que aparentan y los electores tiene el voto en sus manos para definir al ganador. …………………… Un ejemplo del mal manejo de imagen es el realizado por Alejandro Armenta de como ganarse la confianza y simpatía de los electores de Puebla, ya que la ruta elegida no parece la correcta. En un gesto de confianza, Armenta editó un video donde muestra como gana la cima de una montaña, solamente que el seleccionado no fue el adecuado, ya que eligió a La Malinche, un monte ubicado en Tlaxcala…Mal inicio de campaña registra Rocío Nahle en busca del voto veracruzano, la candidata de MORENA se presentó en el tradicional café de La Parroquia donde fue abucheada y hasta obligada a retirase. Dicen que mal empieza la semana a quien ahorcan en lunes. Email: [email protected] Email: [email protected] |
Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de El Popular, periodismo con causa. |