El conflicto interno en Morena por la dirigencia

Vecinas, vecinos, sin duda uno de los temas de mayor relevancia del día es el acercamiento del gobernador Miguel Barbosa Huerta con la dirigencia del PAN, Genoveva Huerta Villegas, en lo que muchos ven como un ejercicio de diálogo, de política, y por supuesto, con la finalidad de que la segunda mitad del mandato estatal sea constructivo.

Por supuesto hay que esperar a ver qué sucede con los demás actores de la vida política poblana, pero de entrada muestra voluntad política del gobierno y de la oposición cuando a nivel nacional solo hay garrotazos y enfrentamientos de todos los días entre el presidente Andrés Manuel López Obrador y los líderes partidistas.

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Otro asunto que sacudió la jornada fue la cancelación de la obra de remodelación del Mercado de Amalucan y la modificación del proyecto de intervención en el Zócalo de Puebla, si bien eran a cuenta del presupuesto de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), el Gobierno Municipal de Claudia Rivera Vivanco lo usó como estandarte.

Sin duda, dicen, faltó diálogo, acercamiento político, de todas las partes involucradas, para sacar adelante estos proyectos. Aún quedan meses por delante a la administración morenista, y tendrá que transitar a otras propuestas para cerrar el periodo con un mejor ritmo.

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Por si algo le faltara a la difícil situación interna de Morena en Puebla, cuentan que Edgar Garmendia de los Santos anda pensando en la idea de reelegirse al frente de la dirigencia, justo ahora que sus compañeros Gabriel Biestro Medinilla y Claudia Rivera Vivanco traen en mente la intención de postularse.

Hay quien ve en esa idea más conflictos de los que ya existen, es más, consideran que podría representar un punto de rompimiento, ahora que la relación entre figuras de ese partido se encuentra sostenida entre alfileres.

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Dice Carlos Martínez Amador, dirigente del PRD, que lo más importante para su partido era sobrevivir...

Es cierto, muy honesta su posición, solo que la tarea la cumplieron por poquito, ya que con mucho esfuerzo rebasaron la línea que los dejaba sin registro. Ahora el reto es que no se vuelva una tradición que cada contienda electoral solo busquen salvarse en lugar de ser competitivos.

Vecinas, vecinos, nos leemos el lunes.