Las víctimas indirectas de los presos políticos de Barbosa

¡Qué hay vecinos, vecinas! ¿Cómo se la pasaron en estas vacaciones de Semana Santa? ¿Recargaron energías? La verdad sí hacía falta. Eso sí, entre quienes recargaron energías también hay muchos políticos que trabajan muchisisísimo por nosotros… Ya, ya, claro que es broma. Lo que no es broma es el nivel de violencia e inseguridad que padece el estado. La capital ya se está acostumbrando a ser un campo de batallas, mientras que el resto municipios van desde los abusos de poder hasta delitos de alto impacto ¡Ya ni la muelan! No hay día en que no sepamos de asaltos, homicidios, balaceras, ejecuciones… ¡Caray! Todo eso frente a las autoridades que se ofenden si se les reclama.

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Hablando de la Semana Santa, a la que le fue muy mal fue a la familia de Paty Osuna, pues la joven mujer de 40 años de edad murió tras una serie de enfermedades derivadas del encarcelamiento de su esposo Alfonso Siriako Guillén, mejor conocido como Poncho. Siriako fue encarcelado durante el gobierno de Miguel Barbosa Huerta que se caracterizó por iniciar una cacería de personajes políticos, casi siempre bajo los supuestos delitos de corrupción. Paty murió el pasado martes 4 de abril, la noticia pasó desapercibida para casi todos, pues estaban inmersos en el rush de las vacaciones. Poncho y Paty se conocieron en Puebla cuando ambos eran funcionarios públicos, jóvenes y con una carrera por delante se hicieron novios y decidieron juntar sus vidas. Todo parecía ir bien hasta que por el trabajo de él, al ser representante jurídico de la Secretaría de Infraestructura, tuvo que resolver temas legales administrativos que databan desde 2007. Es decir, que por una deuda que dejó el gobierno de Mario Marín Torres y que no quiso resolver el gobierno de Rafael Moreno Valle, y que fue hasta la minigubernatura de Tony Gali Fayad cuando se logró el acuerdo, Siriako Guillén terminó en la cárcel. Más allá de saber si Poncho Siriako fue o no culpable de un supuesto desfalco de 107 millones, su encarcelamiento destrozó su naciente matrimonio. Algunos cuentan que Paty Osuna se transformó y sacó fuerza de las entrañas para transmitirselas a su esposo Alfonso que permanecía en la cárcel de San Miguel. Paty empezó a estudiar derecho, encontró la manera de estar siempre presente en la cárcel más grande de Puebla para darle ánimos, pasarle alimentos, ropa, accesorios, todo lo permitido para que la estancia de quien fuera Magistrado del Tribunal de Justicia Administrativa fuera más llevadera. Así fueron los últimos 18 meses de Paty Osuna, quien desafortunadamente murió, dicen las vecinos y vecinas que de tristeza, la depresión la consumió y la enfermedad de Crohn puso el último clavo.

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Ya entrados en el tema, son varias las familias que son víctimas indirectas de la persecución contra los presos políticos. El desgaste físico, emocional y económico que tienen es para reventarlos. Solo los más fuertes sobreviven. Llama la atención que tras la muerte del exgobernador Barbosa, algunos de estos perseguidos políticos como Juan Navarro, exalcalde de Chalchicomula de Sesma o Alejandro Martínez, exalcalde de Quecholac han logrado salir de prisión. Eso habla, quizá, de la que justicia no es tan imparcial, sino obedece, u obedecía, a intereses personalísimos para el mandamás en turno. Por eso, dicen que ahora en Puebla se viven tiempos de reconciliación, quizá a eso se debe la liberación de algunos presos, aunque aún faltan y faltan muchos…

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El nerviosismo en Morena está a todo lo que da por los mensajes que próximamente se puedan dar. Y no, no me refiero a declaraciones sino a actos simbólicos. Fíjense ustedes que el desfile cívico militar del 5 de Mayo está a la vuelta de la esquina, un momento lleno de interpretaciones. En Morena se truenan los dedos por conocer a las y los invitados y el orden que guardarán en el palco, ahí donde el presidente AMLO estará y el gobernador, también. ¿Alejandro y Nacho acudirán, en calidad de senador y diputado? ¿Quién estará más cerca de quién? ¿Entre más próximo, más palomeado para convertirse en candidato a gobernador? Julio Huerta Gómez seguro estará en su calidad de secretario de Gobernación y también como aspirante. ¿Y el resto de las corcholatas del fallecido gobernador Barbosa? ¿Le darán buen lugar a Olivia Salomón Vibaldo, quien busca aparecer a toda costa en medios? Ahora, esos no son todas y todos los aspirantes. Y si bien es cierto que es un acto protocolario, ¿no es también una manera de ocupar los cargos públicos para promocionarse? Símbolos por aquí, símbolos por allá. ¿Y el presidente municipal Eduardo Rivera cerca de quién estará?

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Vecinas, vecinos, nos leemos mañana. Les dejo mi correo por si quieren chismear más a gusto: [email protected]

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