Salida de Ardelio simboliza la unidad entre Salomón y AMLO

¡Qué chismean, vecinos, vecinas! ¿Ya andan contentotes como Marcelo Ebrard Casaubón que ve cómo sube en las encuestas para convertirse en candidato presidencial de Morena mientras Claudia Sheinbaum Pardo va a la baja, o andan encabritados como Santiago Creel Miranda, que se la pasa gritando más desaforado que chamaco en concierto de Grupo Firme?

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Oigan, pues con la nueva de que ya sin Ardelio Vargas Fosado el gobernador Sergio Salomón Céspedes nombró al secretario y subsecretario de Gobernación.

Hombres de confianza, sobre todo de lealtad, Javier Aquino Limón y Andrés Villegas Mendoza, respectivamente.

El primero fue presidente municipal de Acatzingo y jefe de Oficina del gobernador, mientras que el segundo ya fungía como encargado de despacho luego que el veto presidencial despachara a don Ardelio, quien se fue con un chascarrillo del tamaño de su mala reputación, luego de que afirmara que tiene la conciencia tranquila porque siempre ha actuado con la ley bajo el brazo.

En esta vecindad suponemos que ya se le olvidó Chalchihuapan, Oaxaca y Atenco, donde el poder del garrote fue la constante.

Los vecinos chismosos andan diciendo que el movimiento es símbolo de unidad entre el estado y el nivel federal, y por el bien de Puebla, ojalá que así sea. Un añito de estabilidad y colaboración no nos caerían nada mal. ¿No creen?

Con el arribo de Aquino Limón se sabe que se trabajará para sacar adelante los proyectos prometidos y pactados, ni más ni menos. Lo que urge es hacer obra en el interior del estado porque al presidente AMLO le interesan las diputaciones, el punto flaco de Morena en la actual legislatura que no pudo sacar a buen puerto las reformas planeadas.

¿Y Ardelio? Hasta donde sé operará abajo el agua, sobre todo en temas de seguridad y en la zona del Triángulo Rojo donde, dicen las malas lenguas, se las sabe de todas, todas.

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Vaya revuelo que causó la información publicada en esta su vecindad de confianza con respecto a la mano que mece la cuna en San Andrés Cholula: Héctor Hernández Sosa.

A esta vecindad no han parado de llegar quejas y denuncias contra las pillerías de esta persona con más fama de mercenario que de otra cosa.

Hernández Sosa se ha sabido vender con varios presidentes municipales prometiéndoles las perlas de la virgen con sus asesorías en planes de desarrollo.

Por ejemplo, a Blanca Alcalá Ruiz le hizo el Plan Municipal cuando fue alcaldesa de Puebla, y luego de prometerle que la haría gobernadora, se fue con Tony Gali Fayad, a quien le presentó el mismo Plan Municipal, le cobró una lanota y sólo le cambió algunos datos básicos.

Como sea, se logró posicionar como el gran asesor de Gali Fayad, ahí estuvo con él varios años. Fue su hombre de confianza y desde entonces vive de las “asesorías” que le da a los alcaldes. El que cayó redondito fue Edmundo Tlatehui, a quien controla y manipula a su antojo.

En esta columna pueden leer más sobre las pillerías de Hernández Sosa: No que nada con Gali

¿Qué tanto bien le hará al ya de por sí desgastado Edmundo Tlatehui tener como operador financiero y administrativo a un tipo como Héctor?

Se vende como el gran asesor, pero la realidad es que sólo llega a desfalcar las arcas municipales para su propio beneficio, como cuando decidió traicinar a los sanandreseños entregando a San Andrés a Alejandro Armenta Mier, el senador que buscar controlar, a través de “Mundo”, el territorio para vencer en las encuestas al rival más fuerte que es Nacho Mier Velazco. 

El artífice, dicen, fue nada más y nada menos que Héctor Hernández Sosa, quien ya tiene a su gente metida en el ayuntamiento operando a favor de Armenta.

¡Qué cosas!

Ojito aquí: Tlatehui entrega San Andrés a Armenta Mier

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