La alcaldía de Puebla terminó por convertirse en territorio de muchos pero posibilidad para pocos

¡Qué hay, vecinos y vecinas!

¿Cómo los está tratando este frío?

Pues hoy vamos a platicar de las y los precandidatos que están a la entrada del Palacio Municipal de Puebla, perfiles con posibilidades y entusiasmo a quienes hay que poner en una balanza y medirlos con el termómetro de vecinas y vecinos.

Por mero orden alfabético, para que no se nos alboroten y anden diciendo que por qué hablamos de unos y no de otros.

El primero es Rodrigo Abdala Dartigues, el exdelegado de Bienestar que quiso en primera instancia convertirse en candidato por la gubernatura y cuyos números de plano no le alcanzaron, dejándolo por detrás de los tres primeros lugares.

El joven político amigo de Wendy Guevara y fundador de Morena es más conocido en el exterior debido al cargo que ostentaba y que le dio la posibilidad de recorrer la entidad de arriba a abajo, una de su más grande fortaleza.

Sus posibilidades serían a través de acuerdos y no de encuesta. Aunque, déjenme decirles, que se ha puesto las pilas.

Pepe Chedraui Budib es otro elemento de la ecuación, un perfil que ven con buenos ojos en Casa Aguayo, pero de quien desconfían los llamados “duros” de Morena, porque lo ven como un intruso del sector empresarial que ha buscado por muchas vías políticas llegar al poder.

Si bien Pepe no tiene una estructura propia puede echar mano de la que Morena estatal le proporcione, incluso de la que el propio gobierno del estado o hasta una ala minúscula, pero muy fortalecida de priistas.

Pepe coqueteó con varios partidos hasta que dio su brazo a torcer por el partido guinda, cuyos números crecen relativamente si los abandera el multifacético Chedraui.

Mario Riestra Piña lleva tiempo buscado la alcaldía de Puebla.

La quiso desde que era un morenovallista consagrado y la quiere ahora que encontró cobijo en el grupo de Eduardo Rivera Pérez.

Riestra tiene estructura propia, mucha de ella tejida a través de organizaciones de comerciantes.

Además, si un diputado supo posicionarse en la capital ese fue Mario, quien desde San Lázaro atacó el fallido sistema de salud y terrible infraestructura del IMSS de La Margarita.

Esos momentos de crítica fueron sus puntos más altos.

En contra tiene que muchas vecinas y varios vecinos no lo ven con buenos ojos, incluso dentro de su partido.

Eso sí, sin duda es la carta fuerte del PAN, y si los aliados del blanquiazul -como el PRI o el PRD- no dicen otra cosa, Riestra se hará de la candidatura sin mucha resistencia.

Claudia Rivera Vivanco es la mujer de Morena con mejor posicionamiento, además de que viene fortalecida por el lugar que ocupó en la encuesta que elegiría al candidato cuatrotero a gobernar la entidad.

La exalcaldesa va por adelante en preferencias y conocimiento respecto a los otro aspirantes de Morena, aunque buscar una vez más la alcaldía podría ser una carambola de tres bandas que la coloque en el Senado de la República.

En contra tiene la imagen que le construyeron desde el barbosismo y que muchas personas compraron.

¿Será que siempre sí se anime y busque regresar por sus fueros a la oficina que alguna vez dirigió?

Hablamos de estos cuatro perfiles, aunque hay más.

La llamada “joya de la corona” terminó por convertirse en territorio de muchos pero de posibilidades para pocos.

Ustedes, ¿les darían su voto a algunos de estos personajes, o de plano mejor se avientan una telenovela en Blim?

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Vecinas, vecinos, nos leemos mañana. Acuérdense que el que se enoja pierde. Les dejo mi correo por si quieren chismear más a gusto: [email protected] 

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