En la Secretaría de Cultura estamos viendo un auténtico relevo generacional… o más bien, un cambio de “Pacheco por Pacheco”
¡Vecinos y vecinas!
Uno creería que solo en la farándula cinematográfica y televisiva mexicana sobran las hermanas, hermanos y parientes peleándose por el amor o por el poder, pero no, en la realidad cultural de Puebla, esto ha sido la tónica en algunas de las administraciones pasadas… y, parece, también futuras. Anteriormente, las cuitas fueron de padre a hijo: los Palou; de hermano a hermano: los Trawitz; de tío a sobrino: los Glockner, y, hoy, de hermana a hermana: las Pacheco. Cada una de las parejas de antaño han tenido sus asegunes, pues el padre quería someter al hijo y este se resistía con el apoyo materno; los hermanos, por su parte, estaban más o menos de acuerdo y en santa paz con el trato, los contratos y las ganancias; los primos, en cambio, sabían tan poquito del asunto que ni siquiera llegaron a plantearse la intriga y envidia hacia el otro. Ah, pero llegamos a la actual administración y el tema ha cobrado unos bríos inusitados e inverosímiles: dos hermanas, una niñata y, la otra, casi también. Todo bajo una espesa capa de penumbras, chismes, cábalas y conjuros tales como: que si no tienen edad suficiente, que si les faltan título y cédula, que no saben, pero aprenden muy rápido, que si cuánto es lo que se le debe políticamente a su padre, etcétera, etcétera. Pero, de todo esto, lo único realmente cierto y verdadero es que, a la fecha, nadie conoce bien a bien qué van a hacer, las dos a la par, desde la titularidad compartida de la secretaría, pues no existen ni planes o proyectos inmediatos o mediatos que justifiquen el chismarajo que han suscitado. Tal parece que las hermanitas Pacheco son un misterio más tenebroso e inescrutable que las decisiones culturales que emanan desde Casa Aguayo. Más info, aquí: En Museos Puebla, despiden a todos los directores de los recintos museísticos El caso es que en la Secretaría de Cultura estamos viendo un auténtico relevo generacional… o más bien, un cambio de “Pacheco por Pacheco”.
¿Por qué?
Pues porque ahora Alejandra Pacheco Mex será quien tome las riendas de la dependencia tras la salida de su hermana Gloria Pacheco.
Porque, al parecer, la cultura es cosa de familia, ¿o no?
Miren ustedes que el gobernador Alejandro Armenta Mier ha sido claro en su apuesta por las mujeres y los jóvenes, porque, en sus dichos, lo único que se les puede recriminar es la falta de experiencia. Y aquí viene la vuelta de tuerca: Alejandra es joven, sí, pero, ¿qué tal preparada está para comandar la Secretaría de Cultura?
Tal vez, esto sea un nuevo género artístico: la dinastía institucional de los Pacheco.
Es como si la Secretaría de Cultura hubiera montado una tragicomedia para recordarnos que el drama también es arte. Pero bueno, a lo mejor Alejandra Pacheco sorprende a todos y revoluciona la Secretaría de Cultura. O quizá sea un capítulo más de la Rosa de Guadalupe titulada: “Más de lo mismo”. En cualquier caso, Puebla tiene una nueva historia que contar, y como buena entidad cultural, seguramente será rica en drama, ironía y uno que otro giro inesperado. * Vecinas, vecinos, nos leemos mañana. Acuérdense que el que se enoja pierde.
Les dejo mi correo por si en estas fiestas decembrinas quieren chismear más a gusto: [email protected]
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