En vez de permitir que el “pueblo bueno” elija libremente a sus jueces y juezas, la cúpula partidista está queriendo recetar la versión judicial del Plan C
¡Épale, vecinas y vecinos!
Si alguien tenía la esperanza de que el 1 de junio iba a ser una jornada cívica histórica, digna de marco dorado y corazoncito guinda, mejor vayan bajándole tres rayitas a la expectativa. Porque lo que está ocurriendo con la elección judicial no se parece en nada a una fiesta democrática, sino a un bautizo de padrinos incómodos y sobres manila. Y es que, en vez de permitir que el “pueblo bueno” elija libremente a sus jueces y juezas —como tanto soñó la 4T entre marchas y arengas—, la cúpula partidista está queriendo recetar la versión judicial del Plan C... de “Cochinero”. Y lo hacen con todas las herramientas que antes decían detestar: presión política, mapacheo impreso y estructura clientelar de Bienestar al por mayor.
Sí, vecinas y vecinos, así como lo leen. Y es que miren ustedes que se están repartiendo cuadernillos con los nombres “sugeridos” (ja) de candidatos y candidatas, se está movilizando a toda la maquinaria territorial de Morena, y —agárrese— hasta hay un personaje salido de una novela política: Manuel Cárdenas, operador político oriundo de Sinaloa, quien según dicen se ha convertido en el cerebro tras el músculo electoral, moviendo fichas nada más y nada menos desde Puebla como si jugara ajedrez con dinero ajeno.
¿Qué es lo que está vendiendo el tal Manuel Cárdenas?Pues un combo premium: consigue medios de comunicación que entrevisten sin hacerte preguntas incómodas, arma eventos con la estructura de la Secretaría de Bienestar (¡qué bonito usar el padrón de beneficiarios para llenar sillas!), y, de paso, echa la bendición para que te metas en la lista buena. Todo por un módico precio, claro. Porque el fraude no se paga solo. Pero no todo está perdido, ni toda la militancia ha caído en este nuevo PRI morenista, llamado PRIMOR por propios y extraños. Muchas personas afines al movimiento, obradoristas de cepa, están denunciando el cochinero. Y no solo eso, sino que están advirtiendo que, si esto se confirma, van a abandonar el partido. Porque una cosa es creer en la transformación y otra muy distinta es ayudar a barnizar marranadas con barniz democrático. Y tienen razón. Te puede interesar: Acusan a jueza que busca mantener su lugar en el Poder Judicial de violentar a mujeres en proceso de divorcio Si a ustedes les prometen que vas a elegir libremente, y les terminan dando un cuadernillo con tachuelas de consigna, lo menos que pueden hacer es indignarse. Lo más: mandar al diablo a la dirigencia y conservar la dignidad. Porque, honestamente, ¿qué clase de “transformación” es esa que termina siendo una calca burda del sistema que jurabas combatir? Las y los militantes están hartos de que la dirigencia de Morena les pida obediencia ciega mientras hace tratos en lo oscuro. De que les digan que la “línea” viene “de la jefa”, como si eso justificara que se pisoteen los principios fundacionales del movimiento. De que se abuse de los programas sociales como si fueran premios de lealtad, y no derechos adquiridos.
Y lo más trágico es que ni siquiera lo disimulan bien. En vez de ocultar la operación, la presumen. En lugar de dialogar con la base, la usan como tapete.
El mensaje es claro: no quieren un pueblo que decida, quieren un pueblo que obedezca. Te puede interesar: Candidato a la Suprema Corte recibe Bastón de Mando en Tepeteno de Iturbide Así que, si el 1 de junio llegan a su casilla y se topan con una boleta limpia, pero una fila llena de “sugerencias”, brigadistas y miradas cómplices, recuerden que esa elección no es tan libre como te la vendieron.
Y si alguien les entrega un cuadernillo, úsenlo para hacer avioncitos, porque al menos así volará algo ese día: su dignidad ciudadana.
Porque esto no lo quería el expresidente, dicen. Pero lo están haciendo en su nombre. Y eso, querido lector, es traicionar dos veces: al movimiento… y a la esperanza. * Vecinas, vecinos, nos leemos mañana.
Acuérdense que el que se enoja pierde.
Les dejo mi correo por si quieren chismear más a gusto: lavecindad@elpopular.org
|
Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de El Popular, periodismo con causa. |