La Ley de Ciberasedio, una ley que ya se aplica, pero que será debatida

Estamos ante una ley que ya se aplica, pero que ahora será debatida. Una discusión que llega tarde, una participación que aún no se sabe si será real, y una ley cuyo nombre correcto, es “ciberasedio”

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Hay decisiones que se toman con cautela, tras amplios debates y escuchando todas las voces… y luego está Puebla, donde la Ley de Ciberasedio fue aprobada a velocidad de meme viral y, ya que está publicada en el Periódico Oficial del Estado, ahora sí —con todo el profesionalismo del caso— se convocan foros de “análisis”.

Miren ustedes que incluso el gobernador Alejandro Armenta Mier solicitó a la presidenta del Congreso, Laura Artemisa García Chávez, que organice unos foros para que sociedad civil, periodistas, madres, padres, abuelas, tías, abogados y probablemente también El Santo, Blue Demon y el Chupacabras participen “analizando” una ley que, repetimos, ya está en vigor.

 

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La diputada, quien respondió una hora con veintiún minutos después. Dijo que claro que sí, que habrá parlamento abierto, mesas de trabajo, foros con voz para todos y hasta café con galletitas (esperemos).

Solo que no aclaró si de esos foros saldrá alguna modificación.

Es decir, ¿para qué son? ¿Para socializar la ley? ¿Para modificarla?

La pregunta del millón es: ¿quién va a participar en esos foros?

Porque hasta ahora, las voces que debieron ser escuchadas antes —periodistas, académicos, policías cibernéticos, organizaciones como Artículo 19— se enteraron por la prensa y por la publicación oficial.

 

La Red de Periodistas de Puebla ya levantó la mano, como en primaria, pidiendo que los dejen entrar al juego. El jefe de Ciberdelitos dijo que nadie les preguntó nada, y Artículo 19 dijo que esta ley más que proteger, censura.

Pero bueno, ya que vamos a hacer foros, propongo algunos perfiles para el panel:

  • Un community manager anónimo con cinco cuentas troll

  • La tía que reenvía cadenas de WhatsApp con promociones bancarias falsas

  • Un influencer indignado porque alguien le comentó “ya siéntese señora”

  • Un diputado o diputada que asegura ser víctima del odio digital, aunque él tuitea más que gobierna.

Miren ustedes, vecinas y vecinos, la ley —en caso de que no la hayan leído porque se aprobó en 57 minutos— incluye delitos como la usurpación de identidad, el grooming, el fraude digital y el espionaje informático.

 

Todo eso suena bien.

 

Pero el artículo estrella, el 480, es el que convierte insultar insistentemente en redes sociales en un delito que amerita una pena de once meses a tres años de prisión y una multa como de 40 mil bolas.

La definición no es tan precisa y es ahí donde vale la pena trabajar con las y los especialistas para que realmente quede una ley que proteja más que nada a la ciudadanía.

 

Ahora el PAN, ese partido que a veces finge ser oposición, ofrece asesoría para ampararse. 

La cereza en el pastel: la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Estado (CDH), Rosa Isela Sánchez, primero defendió la ley, pero luego dijo que hay que analizar si sí vulnera derechos.

 

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En resumen, estamos ante una ley que ya se aplica, pero que ahora será debatida. Una discusión que llega tarde, una participación que aún no se sabe si será real, y una ley cuyo nombre correcto, por cierto, es “ciberasedio”. Que no es ciberacoso, ni ciberbullying, ni ciberanything más claro.

No. Es asedio. Porque aquí, como en la Edad Media, nos gusta el drama.

 

Así que pendientes del parlamento abierto.

 

Tal vez, si nos portamos bien, nos dejen opinar. Aunque, eso sí, con mucho cuidado de no insultar, ofender o vejar... no vaya a ser que termine uno escribiendo columnas vaciladoras desde el botellón.

*

 Vecinas, vecinos, nos leemos mañana 

 

 

 

 

Acuérdense que el que se enoja pierde.

 

 

 

Les dejo mi correo por si quieren chismear más a gusto: lavecindad@elpopular.org

 

 

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