Lunes 01 de Septiembre de 2025 |
¡Vecinas y vecinos!
Miren ustedes que el PRI de Puebla está estrenando dirigente, aunque lo de “estrenando” suena demasiado optimista. Digamos mejor que le cambiaron la gasa a un paciente que ya lleva meses en terapia intensiva. Y es que después de la fuga estratégica de Néstor Camarillo Medina —que se cansó del rojo y se vistió de fosfo fosfo con Movimiento Ciudadano—, el Comité Nacional decidió importar un dirigente como quien pide refacciones a Guerrero: Juan José Castro Justo. El hombre llega con currículum kilométrico: diputado federal tres veces, senador, secretario de Agricultura, delegado en Veracruz… vamos, hasta parece que colecciona cargos como estampitas del Mundial. Pero la pregunta es si ese récord le servirá de algo en Puebla, donde el Revolucionario Institucional ya no prende ni con cerillo. Fíjense que la escena fue de lo más predecible: Jorge Meade Ocaranza vino a tomarle protesta y a recitar la letanía de siempre: “todo se hizo conforme a los lineamientos internos”. Traducción simultánea: lo que diga Alito Moreno, el capo de capos de un partido que se cae a pedazos pero que él sigue administrando como si fuera franquicia de tacos. Delfina Pozos, que ya se había sentado en la silla, aunque fuera de encargo, tuvo que conformarse con seguir de secretaria general y diputada. Algo así como prender las luces del escenario mientras otro se lleva los aplausos (si es que todavía hay aplausos en el PRI). Y es que, como aquí se los chismeamos, el problema de Delfina Pozos es su amistad y cercanía con Néstor Camarillo, por lo que difícilmente el Comité Directivo Estatal la iba a dejar pasar. Porque si algo sigue arraigado en ese expartidazo es el dedazo.
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Y mientras tanto, la militancia… bueno, militancia es un decir. Los pocos que aún siguen dentro cargan la decepción de ver cómo su exlíder prefirió mudarse con los fosfo fosfoantes que hundirse con el Titanic tricolor. Para colmo, ya salió la convocatoria para renovar la dirigencia estatal, con requisitos tan absurdos que parecen chiste: cinco años de militancia, no tener denuncias y no haber coqueteado con otro partido. Si aplicaran esas reglas al pie de la letra, se quedaban sin candidatos y sin partido. Así que ya saben vecinas y vecinos, el PRI en Puebla se aferra al respirador artificial. Y la llegada de Castro Justo suena más a cambio de enfermero que a milagro médico. Porque, seamos claros, este paciente ya no necesita doctores, sino un buen tanatólogo. * Tómelo con reservas, pero todo parece indicar que Sergio Salomón Céspedes Peregrina, exgobernador de Puebla y actual titular del Instituto Nacional de Migración (INM), se está ganando cada vez más la confianza del círculo cercano de la Presidenta de México. O, cómo explican, que el sábado pasado Salomón Céspedes acompañó a la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, a la Tercera Reunión Plenaria de legisladoras y legisladores federales del Partido del Trabajo (PT). Ahí, en un evento que nada tiene que ver con su cargo público, el oriundo de Tepeaca respaldó el mensaje enviado por la Claudia Sheinbaum a los senadores del PT con respecto a la Reforma Electoral, uno de los temas más importantes de la agenda presidencial.
Si no me cree, saque usted sus propias conclusiones. * Vecinas, vecinos, nos leemos mañana.
Acuérdense que el que se enoja pierde.
Les dejo mi correo por si quieren chismear más a gusto: lavecindad@elpopular.org
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