Miércoles 20 de Agosto de 2025

¡Vecinas, vecinos!

 

Momentos decisivos se avecinan para el Partido Revolucionario Institucional (PRI) de Puebla, luego que a partir del 12 de septiembre renueven dirigencia.

Más que el futuro del partido —que ya no tiene ninguno—, está en juego el futuro de sus principales protagonistas, quienes decidirán si jugársela con el expartidazo, quedarse ahí hasta que se vuelvan viejitos o ya de plano dar el brinco a cualquier otra institución política que les asegure su supervivencia.

Ahí está el líder casi vitalicio Néstor Camarillo Medina, cuyo logro en su carrera al frente del PRI es haber desbandado a los dinosaurios que, aunque ya no aportaban casi nada, se aferraron a un partido que a gritos pedía ayuda, pero solo se ayudaron así mismos.

Néstor Camarillo, quien hace unos días acaba de cumplir 38 años, podría quedarse al frente y seguir desgastándose en un partido que ya ni un milagro lo salva.

 

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El futuro de este muchachón que aspira a ser gobernador de Puebla está más que nada en el Senado, ahí en la CDMX, donde puede seguir cosechando amistades, obtener más experiencia y colmillo político, además de ganar más proyección y nivel de conocimiento.

Seis añitos de luna de miel, bien pagados y bien vividos… envidia de la buena. Ya en seis verá qué queda del PRI o, bien, dará el salto a un partido que le sirva de plataforma para dar el brinco.

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También está Delfina Pozos Vergara, diputada local, defensora del agua, quien si se quedara al frente del PRI podría darle unos añitos más de vida al partidazo que ha encontrado en ella una digna oposición.

Al menos le echa ganitas… Es cercana a la gente, tiene carisma y agallas para levantar la voz cuando se tiene que levantar e inteligencia para negociar cuando se tenga que negociar…

 

¡Vaya! Es buena política.

 

Su único “pero”, es que el Comité Directivo Nacional no la ve con buenos ojos por su cercanía con nada más y nada menos que Néstor Camarillo, su padrino político. Así que, si la decisión es por dedazo nacional, ella no llegaría.

Delfina tampoco se pierde de mucho si le dicen que NO, pues bien podría navegar dos años más en una Legislatura donde brilla por sí sola.

 

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En tercer y último lugar tenemos a Lorenzo Rivera junior, el joven de 36 años, quien no salió nada bien librado al frente de la presidencia municipal de Chignahuapan, pero cuenta con la bendición nacional de los Moreira.

Las cuentas pendientes que dejó en ese municipio serán su peor pesadilla y a la primera que trate de ser oposición lo doblegarán a él y a lo que queda de su partido.

Con Lenchito al frente podríamos estar viendo de una vez por todas el entierro de ese superpartizo que dio todo lo que tenía que dar y que hoy en día solo queda un triste recuerdo de lo que fue y de lo que hizo y deshizo con México durante 96 años.

Así, las cosas con los protagonistas de esta triste historia. Estén pendientes, porque sea la decisión que tomen, el chisme se pondrá bueno.

 

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Vecinas, vecinos, nos leemos mañana.

 

 

 

Acuérdense que el que se enoja pierde.

 

 

 

Les dejo mi correo por si quieren chismear más a gusto: lavecindad@elpopular.org