Jueves 04 de Septiembre de 2025

¡Épale, vecinas y vecinos!

 

Miren ustedes que en Puebla ya no sabemos si la Policía Auxiliar es una corporación o una tragicomedia por entregas, pues resulta que el flamante director operativo de la corporación, Alejandro Ramírez Ulloa, volvió a ser despedido… sí, otra vez, por segunda ocasión en lo que va del año.

 

Lo suyo no es un trabajo: es una montaña rusa laboral con pase anual de entradas y salidas.

 

El director de la Policía Auxiliar, César Castellanos, confirmó que “se le pidió la renuncia” a Ulloa. Y uno pensaría: bueno, pues ya está, asunto cerrado.

 

¡Pero no! 

 

Porque al pobre (o astuto) funcionario lo habían corrido en febrero por corrupción y, ¡oh sorpresa!, en agosto todavía aparecía sonriente en fotos oficiales como si nada. Al parecer en la Policía Auxiliar el despido viene con garantía de reingreso automático.

 

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¿La primera vez?

 

Por andar ofreciendo vacantes como si fueran boletos para el concierto de Luis Miguel: entre 2 mil y 30 mil pesos para garantizar un lugar. Negocio redondo, hasta que lo cacharon. Lo corrieron, sí, pero luego reapareció como si fuera empleado del mes.

Ahora, César Castellanos vuelve a anunciar su salida, pero sin decir por qué. Como si ya diera pena repetir el mismo discurso: “fue separado del cargo”.

 

Mejor ni preguntar, no vaya a ser que lo reintegren otra vez en diciembre con aguinaldo incluido.

 

Mientras tanto, la tropa de la Policía Auxiliar debe estar mareada: ¿Ulloa es su jefe, su exjefe o su jefe en pausa?

 

La duda es legítima.

Y, peor, la imagen de la corporación parece un sketch: lo corren por corrupción, lo niegan, lo reinstalan, lo vuelven a correr. Una tragicomedia azul con uniforme y patrulla.

Así es, Alejandro Ramírez Ulloa es como esos malos hábitos que uno promete dejar en Año Nuevo, pero siempre regresan. Y en la Policía Auxiliar ya parece tradición: despedirlo, recontratarlo, despedirlo otra vez.

 

Todo un funcionario boomerang.

A ver cuánto tarda en regresar en esta ocasión.

*

Oigan, mañana les tengo otro buen chisme una personita que le está haciendo la vida imposible a medio mundo en el Registro Civil de Estado de Puebla.

Cuenta que acumula y acumula quejas por malos tratos no solo contra usuarios, sino contra personal del juzgado, pero que nadie se atreve a tocarla porque tiene un manto protector que viene de muy arriba, algo así como de un secretario del gobierno estatal, que no solo la protege a ella sino también a toda la familia.

 

Estén pendientes.

 

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*

Vecinas, vecinos, nos leemos mañana.

 

 

 

Acuérdense que el que se enoja pierde.

 

 

 

Les dejo mi correo por si quieren chismear más a gusto: lavecindad@elpopular.org