Si Idamis Pastor y Fredy Erazo no hacen equipo, lo que veremos no es una Fiscalía General del Estado fortalecida, sino un ring de poder

¡Vecinas, vecinos!

Pues ahora sí que en la Fiscalía General del Estado últimamente entra y sale más gente que en un local de micheladas en viernes. Ahora resulta que los seis fiscales foráneos que llegaron con Idamis Pastor en diciembre de 2024 —esa camada que prometía aire fresco y terminó oliendo a papeles quemados— ya hicieron maletas.

Oficialmente, dicen que “renunciaron voluntariamente”.

Sí, cómo no.

La misma clase de renuncia “voluntaria” que uno firma cuando el jefe llega con un sobre manila y una sonrisa incómoda.

Entre los caídos están nombres ya bien manoseados en los pasillos:

• Luis Antonio León, señalado por presunta manipulación de carpetas y aquella red de extorsión que casi podría tener su propio organigrama.

• Miguel Ángel Islas y Jorge Malvaez, ambos acusados de operar como si la Fiscalía fuera una agencia de favores con tarifa dinámica.

• Oswaldo Jiménez, con antecedentes de tortura y negligencias en investigaciones graves.

• Bonifacio Olivares, involucrado en un caso turbio sobre un accidente fatal en Izcalli.

• Diego Domínguez Idalias, recién llegado y ya despedido, como esos refuerzos de equipo de futbol que duran menos que la presentación oficial.

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Pero no se espanten, vecinas y vecinos, que aquí no se queda ningún hueco sin rellenar.

A falta de foráneos, ahora llegan los de casa, los perfiles “de confianza”, los que sí saben cómo se mueve la grilla local y a quién hay que saludar primero al entrar al edificio.

Y vaya coincidencias, oigan: en un solo día aterrizaron dos perfiles cercanos al gobierno del estado en puestos clave.

• Fredy Erazo, abogado de toda la confianza del gobernador, se convirtió en titular de la Fiscalía de Alta Incidencia.

• Pedro Martínez, también de línea directa con Casa Aguayo, llegó al Consejo de la Judicatura.

No hubo protestas, no hubo gritos, no hubo editoriales airadas.

Nada.

El silencio opositor fue tan absoluto que hasta rebotaba.

Esa misma oposición que hace una semana pedía comparecencias urgentes y acabó hoy bajando la cabeza como si el calendario se los hubiera comido.

Y ahora la pregunta de vecindad:

¿Qué va a pasar entre Idamis Pastor y Fredy Erazo?

Porque una cosa es poner un pie en la Fiscalía General del Estado y otra muy distinta es convivir con la titular sin que vuelen carpetazos. Fredy Erazo trae fuerza política, cercanía con el gobernador y una trayectoria que no se explica sin la sombra del armentismo.

Idamis Pastor, por su parte, intenta sostener una limpia que ya cobró ocho cabezas y que la hace ver más estricta que prefecta de secundaria.

Si estos dos no trabajan conforme al organigrama, lo que veremos no es una Fiscalía General del Estado fortalecida, sino un ring de poder con iluminación fluorescente.

Mientras tanto, la moraleja de la semana es simple: en Puebla no hay vacíos de poder… solo cambios de manos.

Y como siempre, en esta vecindad, los que se van dejan prisa y los que llegan dejan claro que las puertas giratorias jamás se detienen.

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*

Vecinas, vecinos, nos leemos el lunes.

Acuérdense que el que se enoja pierde.

Les dejo mi correo por si quieren chismear más a gusto: lavecindad@elpopular.org