La gráfica, un modo de vida y profesión: Enrique Pérez Martínez

El maestro de origen tlaxcalteca Enrique Pérez Martínez dijo sentirse agradecido con la amistad y trabajo que ha hecho sobre todo con los artistas gráficos

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Cortesía | La gráfica, un modo de vida y profesión: Enrique Pérez Martínez

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El artista gráfico tlaxcalteca Enrique Pérez Martínez, egresado de la licenciatura en Artes Plásticas por la Universidad Veracruzana 1998, compartió en entrevista con El popular, diario imparcial de Puebla, parte de su trayectoria y sus futuras exposiciones.

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¿Qué es Viva la gráfica? 

Al finalizar una entrevista, la reportera me preguntó si quería agregar algo más y sólo se me ocurrió decir: ¡QUE VIVA LA GRÁFICA!, y mi sorpresa fue que dos días después apareció en el encabezado de la nota la frase que a partir de ese día se popularizó. Decidí utilizarla como emblema del taller Tebac y se convirtió en una frase personal. 

Después asistí a una exposición en la Universidad Veracruzana en Xalapa, Veracruz. Después del evento, el director de la Facultad de Artes Plásticas y que fue mi maestro, dijo: “Y como dice el maestro Enrique, ¡QUE VIVA LA GRÁFICA!” 

La gráfica es mi modo de vida, mi profesión, mi oficio, lo que me ha dado tanto y a manera de gratitud deseo que viva, que se engrandezca, que se empodere frente a otras disciplinas de las artes plásticas.”
¿Cuál es el material más difícil con el que ha trabajado? 

Todos los materiales con los que he trabajado son tan nobles y me dan de sí lo mejor, me permiten conocerlos, acariciarlos para transfórmalos y crear nuevas imágenes. No hay uno que sea más difícil o más fácil, cada uno me ofrece sus virtudes, y al conocerlos se crea una complicidad que permite una comunicación creativa.
¿Cuál es la técnica que más le gusta? 

Conozco, sin ánimo de presumir, casi todas las técnicas, desde las tradicionales hasta las digitales. Cada una me da diversas posibilidades de crear y no estoy peleado con ninguna. Yo recibo y adopto todas; prefiero sumar procesos técnicos que me permitan tener más medios para producir mis obras. Aunque prefiero las técnicas directas, esas que me permiten tener un contacto físico, en las que puedo sentir cómo se genera una línea (punta seca, mezzotinta, xilografía, litografía). Nada como sentir el momento justo cundo una punta seca penetra la placa de cobre, generando una marca que después se llenará de tinta. La placa me permite hacerla mía, me permite acariciarla y crear formas que al final se convierten en una estampa, en un hijo.


¿Cómo considera su relación con Puebla al trabajar con varios artistas plásticos? 

Con Puebla y sus artistas tengo una excelente relación desde hace años, en especial desde el año 2000, cuando el Mutec y el Tebac se hermanan para crear proyectos de gráfica. Se generó desde entonces y hasta la fecha un intercambio de muchas cosas. Tengo amistad prácticamente con todos los artistas grabadores, desde los creadores de reconocida trayectoria hasta las nuevas generaciones. Tengo la fortuna de que muchos de ellos me visitan, hemos expuesto juntos, di clases en Unarte, he impartidos talleres. En fin, mi relación con Puebla y sus creadores es excelente como con ningún otro estado del país, y agradezco por permitirme ser su amigo y dejar mostrar mi obra y compartir lo que soy.
¿Cómo ve actualmente la gráfica en México y su proyección a nivel internacional? 

Goza de excelente salud, cada vez hay más gente que crea obra a partir de la gráfica, desde lo tradicional hasta lo más contemporáneo. Se están formando nuevos talleres; la evolución y crecimiento se reflejan de manera local, nacional e internacional.

México siempre ha sido reconocido desde Posada, y en especial por la gráfica de protesta, que actualmente tiene mejor proyección. 

¿Cuál considera su mejor reconocimiento? 

El poder generar sensaciones a través mi obra, y eso me permite hacer lo que me gusta y ser feliz. No es un premio, ni una exposición, ni el “reconocimiento” institucional; es el cariño de los que me rodean. 

Más de 100 exhibiciones desde 1998. ¿Qué hay en puerta? 

Seguir trabajando, muchos proyectos. De inmediato, en los meses que siguen, exposición en Xalapa, exposición individual en Tlaxcala, exposición en el Museo de Culturas Populares CdMx. Exposición en Uruguay, Brasil, Rusia, Guanajuato; participación en carpeta internacional en España, y lo que se sume para el fin de año.
¿Qué hay de su alter ego, el armadillo? 

Cuando hay un cambio importante en mi persona, cambia también el personaje que utilizo.

En los últimos años ha sido este maravilloso animal, que es el armadillo, que tanto me ha dado; antes fueron las tortugas y otros reptiles, también mi obra erótica. Por periodos cortos utilicé escaleras, sillas, espinas. Por el momento me sigo representando de esta forma: con caparazón, pero siempre para adelante. 

Los armadillos no pueden caminar hacia atrás. Como un chamán, un guía espiritual, un ser ancestral que da la pauta para algo. Su forma física me permite ubicarlo en diversas situaciones y atmósferas. Te comento que ha iniciado su transformación, que ahora aparece junto a otros objetos o personajes, que está mutando siempre. El nuevo alter ego tiene características del anterior, así que no te sorprenda que por ahí aparezca, tal vez, un rinoceronte.
¿Cuál es su inspiración o motor para seguir creando? 

La vida misma, con todas sus complejidades y sus placeres.
Algún consejo a los que empiezan en la gráfica. 

Que no desesperen, que no olviden que la gráfica, nunca, nunca te abandona. Lo único que los llevara al éxito es el trabajo constante, la disciplina. No creo en las musas, creo en la conciencia y en la necesidad de crear. Y que se cuiden. Como dice una amiga, el ácido nítrico es más malo que el amor.