Aunque Morena haya perdido un 15 por ciento de la intención de voto en los últimos dos años, de acuerdo a diferentes encuestas, en las elecciones del 2021 el partido va repetir el éxito obtenido en 2018, a pesar de que el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) no va a estar en las boletas, y a pesar de que Morena está en crisis los demás partidos "están mucho peor".

A pesar de ser una buena señal de la salud del instituto político, lo que es cierto es que el partido tiene que replantear su identidad, resolver las disputas internas y cambiar el "chip" de las necesidades del 2018 a las del 2021 para dar continuidad a la Cuarta Transformación, porque no sólo está en juego la elección de la elección del próximo año sino el futuro del partido.

Así lo consideró Gibrán Ramírez Reyes, candidato a la presidencia del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) de Morena, quien propone mejorar los procesos de selección de candidatos para asegurar que sean figuras que representen la voluntad del pueblo, que no busquen aliarse con cualquier partido sólo para asegurar el éxito y condicionar la reelección de los gobernantes con encuestas de aprobación rigurosas.

En entrevista con El Popular, diario imparcial de Puebla, el politólogo y abogado señaló que el primer obstáculo que superó Morena fue llegar al poder en 2018, y el segundo paso será dar continuidad al proyecto desde los puestos de gobierno que ya tienen.

"En el 2021 vamos a ganar. El problema es cómo lo vamos a hacer porque eso puede costarnos el futuro. Debemos enfocarnos en cómo vamos a elegir candidatos para el próximo año, y cómo nos vamos a responsabilizar de los cargos que ya tenemos. A diferencia del 2018, donde Andrés Manuel aglutinaba a muchas personas, ahora es mucho más fácil que afloren las diferencias internas, y por eso debe haber encuestas claras y rigurosas para elegir a los candidatos," señaló.

Sobre sus dos compañeros que también compiten por la dirigencia de Morena, Gibrán Ramírez considera que tanto Mario Delgado como Porfirio Muñoz hacen política desde la cúpula de poder y con una corriente hegemónica de pensamiento.

"Mario (Delgado) es un candidato de los entramados locales de poder y hace política desde las cúpulas. En el caso de Porfirio (Muñoz) es la vieja lógica perredista de una corriente de pensamiento hegemónica que someta a las demás; es su forma de hacer política (...) No hay piso parejo para todos los candidatos, aunque sabíamos a lo que nos metíamos, y con toda esa inequidad podemos ganar," abundó

Respecto a las disputas internas y los conflictos que existen entre los gobernantes emanados de su partido, como el gobernador de Puebla y la presidenta municipal, considera que en buena medida se debe a la falta de un programa de gobierno.

"Buena parte del conflicto que se da en este y otros casos deriva de la falta de un programa para gobierno estatal y municipal, y que se ha dejado a los gobernantes a lo que ella vayan entendiendo. Los hemos dejado a la buena de Dios. Tenemos un buen programa a nivel federal que consta de 100 puntos, pero no tenemos uno para los órdenes locales y por eso terminan peleándose (...) aunque no podemos hacer que se caigan bien,” explicó.

Por último, el candidato a dirigir Morena aseguró que buscará que la reelección de alcaldes, diputados locales y federales sea posible sólo con una encuesta que compruebe la aprobación de sus gobernados, haciendo referencia a las intenciones expresadas por Claudia Rivera de permanecer en el cargo.

"Quien no tenga buenos resultados ante la ciudadanía y quien no tenga una evaluación mayoritariamente buena de sus gobernados no podrá aspirar a la reelección, sin importar de quien se trate, no nada más para la compañera Claudia, y en caso de que pasen van a la encuesta con todos los demás," reiteró.