La vacuna en Puebla: La gota de esperanza llega a bordo de un convoy militar

Pacientes afuera de hospitales Covid recibieron como buena noticia la llegada de la vacuna, pero desearon que llegaran antes.

A las afueras de los hospitales, que en su interior resguardan la vida de aquellas personas con coronavirus que luchan por sobrevivir, arribaron vehículos cuatro por cuatro matizados de un verde militar, y ser ellos, el Ejército Nacional, quien custodie la tan ansiada llegada de la vacuna contra la covid-19.

Mientras los familiares de los pacientes que enfermaron de este virus se encuentra a las afueras del área “Urgencias covid-19” del Instituto de Seguridad y servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), al otro lado, se encontraba un vehículo del Ejército Militar, dentro de él, un soldado y a la custodia del acceso principal, uno más; siendo las 12:40 horas.


En la explanada del nosocomio se había instalado ya una carpa blanca, con tres mesas distribuidas bajo la manta; en cada una de ellas, un par de computadoras que llevarán el registro del personal que tiene permitido en esta primera fase la vacunación.

Una esposa, Rosalba Zapata, con sentimientos encontrados por la noticia del arribo próximo de la vacuna, comenta que se siente emocionada pero triste a su vez, ya que ella desearía que esta, se hubiera producido mucho antes. 

“Mi esposo está internado, ya lleva unos días grave, espero en Dios que salga pronto. La vacuna ya es una buena noticia en medio de toda esta pesadilla, me alegra muchísimo, sin embargo, yo y creo que todos hubiéramos prefiero que se produjera por los especialistas antes”, narró.

Pocos minutos más tarde, arribó al lugar personal de una funeraria, equipados con trajes que recubren todo el cuerpo, careta y un respirador especial; a la espera de que algún familiar de un paciente con covid-19, haya fallecido y pueda brindarle sus servicios fúnebres.


Mientes que en el Hospital de La Margarita del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), todo siguió transcurriendo bajo la “nueva normalidad”, es decir, con al menos una veintena de familiares a las fuerzas del nosocomio a la espera de una noticia que alegre o entristezca su día.

Para las 13:35 horas, no hay cuerpo del Ejército Mexicano aún, ni mucho menos automóviles oficiales, solamente el ir y venir de los cuerpos de sanidad que laboran para salvar la vida de los pacientes hospitalizados.

Algo similar ocurre en el Hospital de Traumatología y Ortopedia, también del IMSS, que con un porcentaje menor de personas a la espera de buenas nuevas que en La Margarita, también se encuentran ahí, sentados, conversando y algunas comiendo papas fritas. Incluso, dos transeúntes pasan por el lugar sin cubrebocas.

No hay señal de que se aproxime algún convoy del Ejército Mexicano que resguarde la zona para ser acoplada donde se vacunará al personal de salud de primera línea de batalla.

 


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