En Puebla (como en muchos estados del país), los maleantes te matan hasta por no llevar un artículo de valor que sea suficiente para ellos. Fue lo que ocurrió con Aldo Padilla, un exalumno egresado con méritos académicos de la Preparatorio “Emiliano Zapata” perteneciente a la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), quien fue asesinado por no portar su cartera durante un intento de asalto. 

Eran las 21:00 horas del lunes 16 de noviembre de 2020. Aldo salió de sus práctica de baile cuando unos sujetos lo interceptaron con la intención de asaltarlo y llevarse sus pertenencias; sin embargo, el joven les contestó con una negativa, ya que él no portaba en esos momentos su cartera. 

La respuesta fue suficiente para que uno de los delincuentes lo apuñalara con un arma blanca y lo dejara malherido y tirado en la calle. Aldo, de sólo 18 años, pudo caminar con las fuerzas que le quedaban hasta la Parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe, templo ubicado en la calle 17 sur y esquina con la 35 poniente para pedir auxilio a las personas que se encontraban en la zona. 

Minutos después, su madre arribó al lugar y lo trasladó al Hospital Universitario de la BUAP; sin embargo, horas más tarde el joven aspirante a la Licenciatura en Fisioterapia perdió la vida a consecuencia de sus heridas. 

Tres días después, el rector de la BUAP, Alfonso Esparza Ortíz, emitió su sentir a través de sus redes sociales: “Una vez más, un estudiante de nuestra Universidad ha perdido la vida, víctima del clima de violencia que se vive todos los días en Puebla. Exigimos a las autoridades celeridad en la investigación, #JusticiaParaAldo Padilla Cid y seguridad para todas y todos los estudiantes”, rezaba la publicación.

El 24 de noviembre de ese año, el gobernador de Puebla, Miguel Barbosa Huerta, declaró que habían capturado a tres de los cuatro implicados con el asesinato de Aldo Padilla Cid. La detención se habría realizado en un café internet ubicado en el Barrio de Santiago. 

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Este 15 de febrero, fueron vinculados a proceso por el delito de homicidio de Aldo Padilla Cid, Eduardo Iván N., y Orlando N., sin embargo, estos dos homicidas fueron detenidos el pasado 20 de noviembre, pero por robo en la colonia Solidaridad y no por el asesinato del estudiante. 

La Fiscalía Investigación Metropolitana hizo una imputación contra los asesinos para que fuera el Juez de Control, para dictarles prisión preventiva oficiosa a cumplir en el Centro de Reinserción Social, hasta concluir el procedimiento. 

 “Fue un golpe duro, yo lo sentí como parte de mi círculo social ya que estudió en la misma prepa en la que estudiamos su hermana y yo. Era un chico alegre, amoroso con su familia, inteligente, con ganas de vivir y el golpe fue fuerte al ver cómo los estudiantes han sido víctimas de la delincuencia”, declaró Jessie Díaz, amiga de la hermana de Aldo, en entrevista para El Popular, Diario Imparcial de Puebla. 

También, exclamó su impotencia ante este tipo de hechos y el miedo que siente cada que debe salir a la calle a realizar sus prácticas profesionales. 

“Se siente coraje e impotencia saber en qué contexto estamos no sólo los estudiantes, sino la gente en general. Yo ahorita me dedico a la investigación y realmente te hace dudar si ir a hacer trabajo de campo es viable porque prácticamente ahora exponemos nuestras vidas”, contó. 

En su pensar en cuanto al proceso de vinculación por el que están pasando Eduardo Iván N., y Orlando N., dijo que espera justicia con una sentencia aceptable, sin embargo, aun siendo así no se recuperará a Aldo. 

“Esperemos que se haga justicia y no los dejen libres. Yo espero que realmente los dejen ahí los años establecidos por la ley y no se hayan detenido y vinculado solo para calmar las exigencias de la comunidad universitaria”, dijo. 

Para Ross Mendieta, amigo también de Aldo, el proceso de vinculación y las leyes en el estado son ineficientes, ya que si se logra encontrar una falla en el expediente del culpable, podría favorecerle. 

“Se necesitan desarrollar mejor las leyes para juzgar mejor los actos, desafortunadamente parte del problema viene por el sistema judicial actual, el cual se condiciona en cierto modo al individuo culpable que, en caso de encontrar fallos le resulta favorable”, exclamó. 

Comentó que ha visto un cambio favorable en materia de seguridad por su colonia, Los Volcanes, luego de lo ocurrido con el asesinato de Aldo, suscitado en la misma zona, y dijo que ahora los cuerpos policíacos realizan recorridos. 

“Actualmente siento que por mi colonia el modelo actual policial tras lo ocurrido con Aldo cambio bastante a mejor, los policías paraban a los micros y les preguntaban si todo estaba bien y les pedían sugerencias de cómo mejorar”, señaló. 

Wendy Guadalupe Saavedra exclamó que ella no era muy apegada a Aldo, y que solo lo trató en un par de ocasiones, pero que eso le bastó para saber que era un buen muchacho. 

“A primera vista noté que era un chico súper alegre, y no me equivoqué, fue muy amable aunque no nos conocíamos mucho. Fue muy agradable pasar tiempo con él”, finalizó.