¿Sabrá sortear Eduardo Rivera al PAN conversador y los escándalos del PRI?

El candidato de la alianza Va Por Puebla tiene grandes obstáculos que enfrentar en la contienda electoral.

Entre el conservadurismo del Partido Acción Nacional (PAN) y el arrastre de escándalos del Partido Revolucionario Institucional (PRI) es como Eduardo Rivera Pérez sorteará los ánimos de la contienda electoral y pretenda ganar la presidencia municipal de Puebla, otra vez.

El lunes 30 de marzo, el panista fue presentado oficialmente por el tricolor como candidato dentro de la alianza Va Por Puebla, conformada por el PAN-PRI y PRD.

Ante ello, el también exedil -en caso de ganar nuevamente- tendrá que abordar temas como la despenalización del aborto, donde el PAN ha sido claro en estar en contra de la legalización de la interrupción del embarazo.

Incluso colectivos en Puebla han emprendido una campaña virtual para hacer conciencia de que el voto el 6 de junio sea para quien defienda los Derechos Humanos, en especial el de las mujeres.

En ese entramado, Rivera Pérez tendrá que saber enfrentar la situación con la sociedad y los ideales de su partido, en el cual milita desde hace varios años.

A la par, también tendrá que sortear la mala racha que viene arrastrando el PRI, desde las derrotas en pasados procesos electorales, hasta los escándalos que han escalado a nivel internacional.

Algunos de ellos, es la derrota que sufrió en el 2019 cuando perdió el entonces candidato del tricolor, Alberto Jiménez Merino, quien buscaba convertirse en gobernador del estado.

Pero la bandera que ocupó lo llevó a la derrota: Mario Marín Torres.

El “gober precioso” hoy está detenido en Cancún por el delito de tortura en agravio de la periodista Lydia Cacho.

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