Venta de dulces típicos por calles de Centro Histórico, tradición que se va extinguiendo

En la gastronomía dulcera de Puebla se pueden encontrar más de 300 delicias, muchos de sus dulces típicos surgen de la fusión de las culturas árabes, española e indígena. Inicialmente los hacían en los conventos para agradar a sus benefactores, pero poco a poco se dieron cuenta que con ellos podían obtener grandes beneficios si los vendían.

Anteriormente, se podía ver a los vendedores de muéganos, merengues y macarrones pregonando su mercancía por las calles del Centro Histórico, con su bandejita llena de dulces tradicionales que antojaban al paladar desde el más chico hasta el adulto más serio.

A pesar de que visitar la capital poblana es de ley comprar dulces típicos de la región, esta es una tradición que poco a poco se va extinguiendo y es consumida por las tiendas grandes. 

Además, la llegada de restaurantes de comida rápida en el primer cuadro de la ciudad no abonan a su comercialización.

En un recorrido por la zona del Centro Histórico, nos pudimos percatar de que son pocos los vendedores de a pie que llevan su bandejita con los tradicionales dulces. Solo dos jóvenes eran los que estaban realizando su labor de venta y nos platicaron como es complicado que la gente lleve su producto.

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Las opiniones sobre las ventas son diversas, los más experimentados opinan que han caído, el simple hecho de encontrarlos sólo durante el fin de semana es prueba de ello. 

Antes salían a recorrer las calles durante toda la semana, así lo recuerda un veterano del merengue, Jesús Rodríguez, quien, por varias décadas han caminado el Centro de Puebla anunciando su presencia con el clásico grito: ¡Hay merengues!

“En esta ocasión, mes con mes estamos pasando por situaciones difíciles en nuestras ventas, hay ratos en los que la gente si colabora(...)tengo muégano de coco, gásnate, tengo duquesa que lleva coco y merengue, y merengue chico y grande,” contó.