En las faldas del Iztaccíhuatl, al oeste en específico, se encuentran las reservas forestales de Santa Rita Tlahuapan, ahí se localiza el Rancho los Ciervos, donde se ofrece un espectáculo único: el avistamiento de luciérnagas.

El olor a árboles, en su mayoría a pino y a humedad, envuelve una atmosfera inigualable que te invitan a disfrutar de lo que otorga la naturaleza.

Algo de eso, es el avistamiento de luciérnagas, que pasadas las 20 horas de la noche comienzan a salir e iluminar el bosque.

Para disfrutar del escenario, previamente se tiene que subir al bosque de unos 20 a 30 minutos cuesta arriba; al llegar a la zona de avistamiento solo es esperar a que los ojos den fe de la gala de luz.

Los machos y las hembras salen de la tierra solo en tres meses del año, que abarcan mediados de junio hasta la primera semana del mes de agosto.

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Fernanda Téllez, administradora del rancho Los Ciervos, informó que el lugar es un santuario protegido, por lo que se tienen reglas estrictas con la finalidad de que las luciérnagas se sigan procreando.

Explicó que para que se pueda observar el avistamiento de los animales, es fundamental la lluvia, “cuando empieza a llover, la luciérnaga comienza a salir de la tierra, y se refugia entre hojarasca y los arbustos, y al caer la noche se puede ver una hora brillar”

La luz que emiten las luciérnagas es una forma de comunicación para encontrar pareja, las hembras se pueden aparear hasta con tres machos por noche. Al terminar la época de reproducción todos los machos morirán y las hembras viven de dos a tres años más.