Testimonio: Los anexos a veces son la única opción para dejar el alcohol
Axel, un hombre que es alcohólico recuperado desde hace 28 años y que bebió durante 25 años, compartió su testimonio de recuperación en un anexo
Los centros de autoayuda de alcohólicos anónimos han ayudado a muchas personas; pese a que son irrelevantes para quienes no enfrentan esta situación, para otros es la única vía de recuperación, de acuerdo con Axel, alcohólico recuperado. En el marco del Día Mundial Sin Alcohol es importante reflexionar acerca de los efectos de las bebidas alcohólicas en la salud, desintegración familiar y social, y también sobre sus consecuencias al volante. Lee también: "Alcohol, la droga legal con más casos de intoxicación en Puebla: Secretaría de Salud" En El Popular, periodismo con causa, entrevistamos a Axel, un hombre que es alcohólico recuperado desde hace 28 años y que bebió durante 25 años. Axel nos compartió que desde los trece años empezó a consumir alcohol, pues el detonante para hacerlo fue el fallecimiento de su papá. Como su madre ya había fallecido antes, esto era un escape para su dolor y el consumo fue aumentando gradualmente. Reveló que su vida fue muy difícil durante este periodo, pero que fue aún más complicado darse cuenta de que ya no podía controlar su consumo de alcohol. “Realmente pasó mucho tiempo, según yo lo podía controlar a pesar de que el consumo ya me afectaba bastante, era muy soberbio. Cuando me cayó la realidad fue cuando llegué alcoholizado y se estaban llevando los muebles de la casa, porque mi esposa no tenía dinero para unos pagos escolares y los vendió”, comentó Axel. Aunque refirió que en cuestión de su salud física no tuvo repercusiones, sí se vio afectado en su economía y salud mental. “Afortunadamente físicamente no me pasó nada, solamente la cruda momentánea; mentalmente llegué a tener episodios de alucinaciones visuales y auditivas, socialmente no me hice cargo económicamente de mi familia por muchos años y era bastante agresivo con ellos”, reveló. Axel compartió que para él fue muy complicado aceptar que necesitaba ayuda, pues era un problema que ya lo rebasaba. “Ese día que se llevaron los muebles, decidí internarme en un centro de alcohólicos anónimos, con ayuda de mi esposa; a mí me sirvió bastante, no me maltrataron ni nada”, compartió sobre su experiencia. La desintoxicación fue un proceso complejo, pero una vez que lo logró, tuvo que enfrentarse a otro reto: integrarse a la sociedad como alcohólico recuperado. “Aún más difícil, lamentablemente alcoholizado quedé mal en muchos negocios, trabajos y con mi familia; aunque te recuperes pierdes mucha confianza”, reveló. Para Axel, su experiencia es más común de lo que parece, pero luchar por salir de ese problema es mejor que continuar y terminar muerto. “Como toda enfermedad debe ser tratada, hay muchas opciones para salir de ahí; no es fácil, pero mucha gente lo ha logrado. El alcoholismo solo te deja tres finales, o encarcelado, muerto o en un manicomio”, aseguró. Después de su recuperación, Axel siguió acudiendo al grupo de autoayuda, y posteriormente abrió su propio anexo con la finalidad de ayudar a más jóvenes que atraviesan esa situación. “Desde hace cinco años abrí con mi hijo un grupo de alcohólicos anónimos, mucha gente critica estos centros, pero el estado y la crisis económica no dan más opciones, para muchos es la única alternativa”, finalizó. |