La secretaria de Desarrollo Rural informó que no existen denuncias formales, a pesar de presuntos actos de extorción denunciados en Texmelucan y Tecamachalco
La titular de la Secretaría de Desarrollo Rural de Puebla, Ana Laura Altamirano, aseguró que su dependencia no ha recibido ni registrado quejas formales por cobro de piso a productoras y productores del campo poblano. Atribuyó esto a la coordinación en seguridad con otras dependencias estatales. “No tenemos detectado cobro de piso a productores del campo”, afirmó Altamirano durante una rueda de prensa del Gobierno de Puebla, en respuesta a cuestionamientos sobre presuntas extorsiones a productores de limón y aguacate en San Martín Texmelucan y Tecamachalco, municipios donde se han reportado prácticas de este tipo por parte de grupos delictivos. La funcionaria subrayó que hasta el momento no existe ninguna denuncia formal ni registro oficial en la Secretaría que confirme dicha problemática. “Con el trabajo del vicealmirante y bajo la directriz del gobernador, Puebla sigue siendo un estado seguro para el campo”, puntualizó. Altamirano explicó que uno de los factores que ha fortalecido la relación con el sector rural es que la administración estatal opera directamente con organizaciones sociales productivas, y no con gestoras intermediarias. Te puede interesar: Puebla entre los estados con más discriminación en servicios turísticos Agregó que desde la Secretaría de Desarrollo Rural se aplican acciones para apoyar directamente a las familias campesinas, a través de programas de asistencia técnica y subsidios para adquirir insumos y maquinaria, lo que permite evitar intermediarios que entorpezcan o lucren con los apoyos gubernamentales. Abandono del campo por falta de recursosEn ese mismo espacio, el gobernador Alejandro Armenta Mier expuso que cada año se dejan de sembrar más de 600 mil hectáreas en el estado, lo que afecta de manera directa a las familias rurales. Explicó que muchas personas no cuentan con los recursos necesarios para realizar tareas básicas, como barbechar, rastrear o surcar, lo cual las obliga a abandonar sus tierras, buscar otros ingresos y, en algunos casos, exponer a sus hijas e hijos a redes delictivas. “Sus hijos terminan como halconcitos o en mototaxis infiltrados por el crimen organizado, porque en muchos municipios estos vehículos ya están controlados por grupos delictivos tolerados”, comentó el mandatario. Tanto Altamirano como Armenta coincidieron en que el fortalecimiento del sector rural es una prioridad para el gobierno estatal, y reiteraron su compromiso con mantener un entorno seguro y productivo para las personas que viven del campo poblano. |