Wendy Hellem Sandon Herrera, originaria de Perú y quien vivía en Cuatlancingo, Puebla, fue hallada muerta el pasado 22 de diciembre en el municipio de Apizaco, Tlaxcala. 

La joven madre de tres pequeños fue vista con vida por última vez el 15 de diciembre, fecha en la que se llevó a cabo la inauguración de su salón de belleza en Sonata, dentro de Angelópolis; un día después fue reportada como desaparecida. 

Lamentablemente la joven fue encontrada sin vida el viernes 23 de diciembre; sus restos fueron encontrados en terrenos de Apizaco, estado de Tlaxcala.

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La Fiscalía General del Estado de Puebla (FGE) reportó que Darío N, pareja sentimental de la joven, fue detenido y encarcelado en el penal de San Pedro Cholula por su presunta participación en la desaparición de su novia.

La determinación la tomó el lunes 26 de diciembre un Juez de Control durante una audiencia celebrada en la Casa de Justicia de San Andrés Cholula, donde le imputó a Darío N. el delito de desaparición cometida por particulares.

Sus amigos y familiares exigen justicia para que el crimen de la joven peruana sea clasificado como feminicidio y no solo como desaparición forzada.

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Incluso se creó una página de Facebook en la cual se solicitó el apoyo de la ciudadanía para exigir justicia por la joven.

“A la opinión pública informamos que el cuerpo de Wendy Hellen Sandon ya ha sido localizada, lamentablemente no en las condiciones que esperábamos, pero la recordaremos con esa alegría que siempre transmitía y aunque el curso de la investigación no nos permite rendir mayores detalles en este momento, ya hay una persona detenida por lo que en cuanto avancen las indagatorias serán las autoridades las que rindan los pormenores del asunto”, postearon.

En el mensaje exigen a las autoridades mexicanas llegar hasta las últimas consecuencias y castigar a los responsables. 

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Marchan por Wendy

El lunes 26 de diciembre, un grupo de mujeres amigas de Wendy realizaron una marcha para exigir justicia para la joven peruana.

La marcha se reunió en el puente de Ovando, para posteriormente avanzar hasta la Fiscalía General del Estado de Puebla. La demanda era clara: que se entregue el cuerpo de forma inmediata a sus familiares, quienes viajaron desde Perú y que se les entregue la guardia y custodia de los tres menores hijos de la estilista y empresaria que radicaba en Puebla.

Hasta el momento nadie sabe a ciencia cierta qué fue lo que pasó el día que Wendy desapareció, pues sus amistades aseguran que no hubo señales previas de algún tipo de violencia entre la pareja.