Industria textil en Puebla y Tlaxcala es representada por mujeres 

El 81% de las personas que trabajan en la industria indumentaria son mujeres

Industrial textil en Puebla y Tlaxcala
Freddy Angón Industrial textil en Puebla y Tlaxcala

La industria indumentaria (fabricación de ropa y productos textiles) en Puebla y Tlaxcala presenta una fuerte feminización del trabajo, además de no ofrecer condiciones seguras para su realización.

El 81% de las personas que trabajan en la industria indumentaria son mujeres, según datos del Diagnóstico para las condiciones de trabajo para las mujeres en la industria indumentaria.

La pertinencia de explorar cómo trabajan las mujeres en la industria indumentaria reside en reconocer que este es uno de los trabajos menos formales en el estado y representa un peligro para las trabajadoras de esta industria.

Industria Textil en Puebla y Tlaxcala

El diagnóstico para las condiciones de trabajo en la industria indumentaria demuestra que la mayor parte de la ocupación (54%) en Puebla y Tlaxcala se encuentra en el sector terciario, es decir, el sector dedicado a los servicios; el 32% se encuentra dentro del sector secundario y el 14% en el sector primario.

Dentro del sector secundario, es la industria manufacturera la que ocupa a la mayoría de la población entre Puebla y Tlaxcala, con un 67%.

Dentro de la industria manufacturera estatal, el 40% de las trabajadoras pertenecen a Puebla y el 53% a Tlaxcala. Los trabajos de la industria indumentaria están asociados a las mujeres debido a un prejuicio sobre la destreza manual de las mismas. De igual forma, los trabajos de la industria indumentaria son menos remunerados en comparación con trabajos realizados mayoritariamente por hombres.

Industria textil esta mayoritariamente representada por mujeres. Foto: Google imagenes CC
Industria textil esta mayoritariamente representada por mujeres. Foto: Google imagenes CC

Dentro de las actividades que se realizan en esta industria, también hay una separación de género que delega a las mujeres tareas enfocadas en la confección, la atención a los detalles y la costura, mientras que a los hombres se les asignan tareas relacionadas con la operación directa de las máquinas.

En el caso de la confección de prendas y accesorios de vestir, por cada 100 mujeres ocupadas en la industria indumentaria en Puebla y Tlaxcala, se encuentran 83 hombres.

Condiciones laborales

Uno de los hallazgos del diagnóstico respecto al trabajo de las mujeres es que menos del 80% de las mujeres que trabaja en la industria indumentaria recibe un pago por su trabajo. Esto se debe a que se asocia este trabajo con labores domésticas, además de que las empresas están bajo el mando de familiares (hermanos, padres, esposos) generalmente varones.

En cuanto a la seguridad social y las prestaciones dentro de la industria indumentaria, se encontró que en Puebla y Tlaxcala son los hombres quienes tienen más oportunidad de recibir prestaciones como contratos, aguinaldo, vacaciones, reparto de utilidades, acceso a créditos de vivienda, ahorro para el retiro y acceso a la salud.

Industria textil esta mayoritarimente representada por mujeres. Foto: Google imágenes CC
Industria textil esta mayoritarimente representada por mujeres. Foto: Google imágenes CC

La industria indumentaria en Puebla y Tlaxcala ha adaptado nuevas formas de trabajo, como llevar los espacios de trabajo a las casas de las trabajadoras. Es decir, las trabajadoras ahora asumen los propios costos de producción.

Al trasladar el trabajo a sus propias casas, los patrones se desentienden de los costos extra que esto representa, como el pago de la electricidad, la renta del espacio, el agua y otros servicios.

Este tipo de trabajo está muy relacionado con el esquema de subcontrataciones o outsourcing, en el cual no existen contratos que regulen los horarios de trabajo, la consideración de los tiempos y donde la articulación de los derechos laborales es nula.

Las mujeres de la industria indumentaria se enfrentan a una doble jornada laboral, pues también se hacen cargo del trabajo doméstico de sus hogares. Las mujeres dedican 43 horas semanales a su jornada de trabajo remunerado y de 30 a 40 horas semanales al trabajo doméstico no remunerado.

Asimismo, este diagnóstico dio a conocer que las mujeres, a pesar de tener una mayor presencia dentro de esta industria, son excluidas de posiciones de poder dentro de la misma.