"La guerra en Afganistán ha terminado ya", proclamó Joe Biden

Se percibe a la retirada norteamericana como una victoria afgana contra Estados Unidos, que fue celebrada con fuegos artificiales y ceremonias.

Tras la frenética retirada de las fuerzas militares se concreta el fin de la ocupación estadounidense de Afganistán, después de casi 20 años de guerra en el país árabe. 

“Estoy aquí para anunciar la culminación de nuestra retirada de Afganistán y el fin de la misión para evacuar a ciudadanos estadounidenses, nacionales de terceros países y afganos vulnerables”, afirmó el jefe del Comando Central de Estados Unidos (CENTCOM), general Frank McKenzie, en una rueda de prensa desde el Pentágono, en la que intervino por videoconferencia. 

McKenzie detalló que el último avión militar estadounidense, un C-17, despegó del Aeropuerto Internacional Hamid Karzai de Kabul este lunes a las 15:29 horas de la costa este de Estados Unidos. 

Las posturas internacionales son variadas. 

Dependiendo del país que se habite, el suceso es más o menos impactante. 

En occidente ven la retirada norteamericana como una tragedia humanitaria tras el regreso del Talibán, y con ellos, la "sharia" o código de ética religiosa radicalmente estricta a la cuál se somete a toda la población islámica del país.

Esto a pesar de que la organización ha hecho declaraciones sobre mantener posturas moderadas y conciliatorias, no ha sido difícil contradecirles, puesto que se han hecho reportes del exfuncionarios siendo perseguidos y eliminados. 

Es por esta situación que se prevén abusos y atropellos terribles a los derechos humanos, especialmente a la población femenina y homosexual. Muchos países aliados de Estados Unidos, incluido México, están brindando refugio a miles de afganos exiliados y en riesgo de ser enjuiciados, asesinados y oprimidos por el nuevo régimen. 

En el bloque de Oriente, especialmente el ruso y chino, se percibe a la retirada norteamericana como una victoria afgana contra Estados Unidos, que fue celebrada con fuegos artificiales y ceremonias. Resulta una oportunidad para ejercer y ganar influencia en la región, al buscar llenar el vacío de poder generado por el retiro de los invasores occidentales. 

A un segundo plano pasa la narrativa de los Derechos humanos en peligro y más preocupación existe por mantener a flote la economía del nuevo gobierno así como su reconocimiento y generar nuevos negocios e intereses en la zona. 

La tarde de este martes 31 de agosto, Joe Biden, presidente de Estados Unidos dirigió un mensaje a la nación en el que re afirma su postura y la da un contexto a esa decisión. "La guerra en Afganistán ha terminado ya", proclamó. 

"Soy el cuarto presidente en enfrentar el asunto de cómo y cuándo acabar esta guerra", continuó, "en mi campaña a la presidencia me comprometí a terminar esta guerra y hoy he honrado mi compromiso", mencionó el mandatario. Llamó a la intervención como "guerra sin fin" a la cual no estaba dispuesto a enviar a "otra generación de hijos e hijas a pelear una guerra que debió acabar hace mucho". 

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Según reportes del mismo presidente, el país invertía diariamente en la misión afgana la cantidad de 300 millones de dólares durante los últimos 20 años. Recalcó con ello que no estaba dispuesto a continuar una guerra que ya no se alineaba a los intereses de su pueblo. Mencionó que con más de 800 mil soldados americanos interviniendo el país árabe a través de las pasadas dos décadas, con más de 20 mil heridos y 2,461 muertos, se negaba a inaugurar otra década más de ocupación afgana. 

También criticó a aquellos que llamaron a la ocupación como un "esfuerzo de baja categoría" con "bajo costo", a quienes cuestionó el entendimiento del costo que esta guerra ha representado. 

Biden hizo hincapié en el costo humano, refiriéndose a las secuelas traumáticas que afrontan miles de veteranos involucrados en las acciones en Afganistán. Recordó que diariamente en Estados Unidos, 18 ex militares se suicidan al no poder lidiar con las secuelas post-traumáticas de la guerra. 

"Es tiempo de ver hacia el futuro, no al pasado. Al futuro que es más seguro" retomó Biden. "Creo que esta es la decisión correcta, la más sabia y la mejor para Estados Unidos", concluyó el mandatario. 

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