El amor en los tiempos de Tinder: estafas, fugacidad y suerte
Tinder es la más utilizada por los mexicanos: 48 por ciento. Le sigue Bumblee con el 29 por ciento, dejando en último lugar a Grinder con el 6 por ciento
El amor está en el aire y en internet. Las relaciones de pareja en esta segunda década del nuevo milenio se han transformado en un mercado en donde los productos son las personas en búsqueda de compañía, amistad o sencillamente placer. Lo fugacidad, superficialidad y falta de compromiso en las relaciones personales de las nuevas generaciones, permiten que la búsqueda de la “media naranja” se convierte en una especie de visita al súper en donde tú también perteneces al aparador. Galanes y estafadores Recientemente Netflix lanzó una serie/documental en donde expuso el caso de “El estafador de Tinder” o “The Tinder Swindler”. Este es un drama basado en la historia de real de mujeres que fueron estafadas por un solo hombre, el israelí Shimon Heyuda Hayut, quien se presentaba con el nombre de Simon Leviev ante todas las mujeres con las que tenía una cita. La serie estima que, a lo largo de los años, Hayut (conocido por sus víctimas como Simon Leviev) sustrajo 10 millones de dólares después de atraer a sus víctimas, las mujeres con las que conectaba a través de la plataforma Tinder, con citas lujosas para ganarse su confianza y atraer su interés. También en la ciudad de Puebla, el medio MTP noticias dio a conocer la historia de “Anwar”, un hombre que ha estafado a varias poblanas usando Tinder y pretendiendo tener un estatus para al final (en palabras de sus víctimas) gorrear la chela, pedir dinero prestado y nunca pagar. Quizá estos dos casos expongan los riesgos al usar una app para encontrar pareja o amistades, pero no son más que un par de historias de las millones de interacciones que ocurren diariamente en las plataformas virtuales de citas, que han sustituido a Cupido a través del internet. El mercado virtual del amor Para ello es necesario construir cuidadosamente tu perfil con detalles coyunturales y selfies tomadas en el ángulo perfecto, para buscar a alguien que coincida con tus preferencias, luego enviarle un breve mensaje y esperar una respuesta. Tinder ha tomado este proceso ahora normal y lo ha ajustado un poco agregando un gesto clave: swipes. Ahora, cuando buscas a alguien para preguntar, literalmente estás deslizando a través de un interminable cubo de selfies que la aplicación emerge en la pantalla. Estos selfies son de personas reales ubicadas cerca de uno. Con un rápido deslizamiento hacia la izquierda, puedes rechazarlos, o con un deslizamiento hacia la derecha, es un ‘me gusta’ y, con un poco de suerte, coincidir e intercambiar mensajes. Parece simple, pero ese gesto ha catapultado las citas en línea a la norma general, donde ahora sería difícil encontrar una sola persona que al menos no haya intentado utilizar Tinder para lograr una cita. Tal es la situación que el total de swipes diarios en México es de 26 millones, haciendo de nuestro país uno de los mercados de habla hispana más activos en el uso de Tinder, que además resulta sumamente atractivo para los usuarios ya que pasan en promedio una hora dentro de la aplicación. Eso sí, hay que destacar que la proporción de hombres solteros es ligeramente mayor al de las mujeres. El factor humano El uso de la aplicación cambia también las preferencias en la búsqueda de pareja. En su última Encuesta Global sobre Relaciones Interraciales, Tinder encontró que las citas en línea amplían horizontes y los usuarios se vuelven más abiertos. El 72% de las personas encuestadas dicen que han sido más abiertos con respecto a con quién salir al usar sitios/aplicaciones de citas. Este número se eleva a 77% cuando se habla de usuarios de Tinder frente al 65% de los usuarios que no pertenecen a Tinder. Hablamos de Tinder, porque es la más utilizada por los mexicanos con un 48 por ciento, de ahí le sigue Bumblee con el 29 por ciento, dejando en último lugar a Grinder con el 6 por ciento. Cabe resaltar que son más de 50 millones de usuarios en el mundo quienes utilizan Tinder. Aunque no todo es fugacidad, consumo y deshecho de relaciones. Dentro de ese mar de historias, también existen las de personas que felizmente a través de las redes digitales y aplicaciones de citas han encontrado el amor y hasta se han casado. Al final, lo que no se puede medir en la búsqueda virtual del amor, quizá, sean las emociones humanas.
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