A partir de hoy Argentina entregará documentos con opción no binaria. Es el primer país de América Latina que reconoce las identidades no binarias y esto podría marcar la pauta a seguir en continente respecto a las leyes de identidad de género. 

Toda persona que, acorde a la Ley de Identidad de Género, en su partida de nacimiento elija opciones que no sean ni femenino ni masculino, o no especifiquen nada en el espacio de "sexo", podrán solicitar que se use la letra "X".

De acuerdo con los Principios de Yogyakarta, la identidad de género, que es reconocida por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), es “la vivencia interna e individual del género tal como cada persona la siente profundamente, la cual puede corresponder o no con el sexo asignado al momento del nacimiento, incluyendo la vivencia personal del cuerpo, que podría o no involucrar la modificación de la apariencia o la función corporal a través de tratamientos médicos, quirúrgicos, hormonales o de otra índole, siempre que la misma sea libremente escogida”.

Más específicamente el caso del género no binario, se aplica a las personas con una identidad de género fuera de la concepción dual de género, ya que su identidad elegida no se percibe totalmente masculina o femenina. Puede ser él, ella o elle. 

En el decreto publicado hoy en el boletín oficial de la República Argentina, se explica que tanto en el Documento Nacional de Identidad (DNI, similar a la credencial del INE en México) como en el pasaporte, en el campo referido al "sexo” podrán asignar “F” -Femenino-, “M” - Masculino- o “X”. La nomenclatura “X” en el campo “sexo” comprenderá las siguientes acepciones: no binaria, indeterminada, no especificada, indefinida, no informada, auto percibida, no consignada; u otra que no comprenda el binomio masculino/femenino.

Lee también: ‘Prefería morirme antes de seguir siendo mujer’: Lo que sufre una persona trans al realizar el cambio de género

Esto implica que dentro del reconocimiento a la identidad de género exista el derecho a modificar el género con que una persona fue registrada al nacer y con el cual se encuentra identificada en sus documentos oficiales. E incluso implica, como pasa en otras naciones como Argentina, el derecho al acceso gratuito de instituciones de salud que lleven a cabo y guíen el procedimiento de transformación física o de apariencia de quienes así lo decidan.

En México la Ley de Identidad de Género apenas ha sido aprobada en 15 estados: Ciudad de México, Coahuila, Colima, Chihuahua, Hidalgo, Jalisco, Michoacán, Nayarit, Oaxaca, Quintana Roo, San Luis Potosí, Sonora, Tlaxcala, Puebla y recientemente Estado de México.

Cabe mencionar que la dicha ley no contempla aún la elección de identidades de género no binarias y falta bastante camino para que se apruebe en los estados del país restantes.

Se espera que este mismo 21 de julio, en un acto oficial, se entreguen los primeros DNI que reconocen identidades no binarias.

Este es un logro histórico para el colectivo LGBT+ que desde hace años reclama este derecho en el país del sur del continente. Abre la posibilidad a que cualquier persona que no se sienta identificada con el género que le fue asignado en su acta de nacimiento pueda expedir nuevamente sus documentos oficiales con otro nombre de pila y el género con que se identifique.