De acuerdo con la agencia de noticias Press Association, por lo menos 28 mil 300 migrantes cruzaron el Canal de la Mancha de Francia a Inglaterra en 2021 en embarcaciones precarias, alcanzando un récord anual y el triple de lo que fue el año anterior.

La cifra fue reportada con base a la información de la Secretaría del Interior de Gran Bretaña, la cual ha mostrado un pronunciado aumento en la cantidad de migrantes que buscan cruzar la ruta naviera más transitada del mundo, con frecuencia en balsas endebles facilitadas por traficantes.

Desde 2018, el fenómeno no ha dejado de crecer, desde que se cerró el acceso al puerto francés de Calais (de donde parte la mayoría de barcos hacia Inglaterra) y al túnel bajo el canal de la Mancha, el cual los migrantes solían cruzar escondiéndose en los innumerables camiones que pasan por él a diario.

Los riesgos de este tipo de cruces quedaron evidentes el 24 de noviembre cuando una embarcación se hundió y por lo menos 27 migrantes se ahogaron.

Por otra parte, noviembre se convirtió en el mes con mayor tránsito de migrantes en el canal, pues tan solo 6 mil 869 migrantes llegaron a costas británicas.

Las cifras muestran además que las naves son cada vez más grandes, con un promedio de 28 personas por nave comparado con poco más de 13 el año anterior.

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Esta situación se ha convertido en un punto de fricción entre Francia y Gran Bretaña. París considera insuficientes los esfuerzos realizados por Londres para impedir que las embarcaciones zarpen de sus costas pese a las ayudas económicas de Reino Unido para reforzar la vigilancia.

Por ello, los activistas han llamado al gobierno británico a ampliar las oportunidades para solicitantes de asilo a fin de disminuir la cantidad de intentos de cruce.

El director ejecutivo de Refugee Action, Tim Naor Hilton, advirtió que las políticas actuales del gobierno británico causarán más muertes en el Estrecho de Dover.

“La gente seguirá cruzando el canal en balsas endebles y los traficantes seguirán haciendo su dinero a menos que los ministros abran más posibilidades de pedir asilo aquí”.

Clare Moseley, fundadora de la organización caritativa Care4Calais, que ayuda a los migrantes en el norte de Francia, coincidió con esa apreciación.

“Si el gobierno es serio en cuanto a la necesidad de frustrar a los traficantes de personas, crearía una manera segura para que la gente pueda pedir asilo y para dejar sin negocio a los traficantes de una vez por todas”, afirmó.