Presidencia municipal de Puebla, la joya de la corona

¡Vecinas, vecinos!  ¿Cómo los anda tratando esta semana que anda como si de un “sube y baja” de parque de diversiones pirata se tratase?

Ora sí que vamos de nombramiento en nombramiento, de declaración en declaración, de pactos en pactos y de terror en las calles en terror de las calles.

Pero ya se la saben, vecinos y vecinas, como dirían nuestros muy queridos políticos poblanos: no pasa nada.

Donde no pasa nada y pasa todo es en la capital del estado, ese terruño de la derecha poblana que si se pone las pilas y elige a un buen candidato o candidata, podría darle batalla a Morena en las urnas, ya que la lucha por la alcaldía está más cerrada que la gubernatura donde es casi un hecho que Morena arrase.

Ese parnaso blanquiazul es, como dirán los viejos políticos, la joya de la corona, un terreno que Morena y sus aliados sueñan con recuperar luego de que lo perdieran en 2021 con la ayuda del fallecido gobernador Barbosa.

Y soñadores hay muchos, los que quieren convertirse en los héroes del partido guinda abundan.

Todos tienen agenda aunque pocos son los que tiene oportunidades de salir elegidos como candidatos y, luego, ser ungidos como acaldes. Pero ya saben lo que dicen: soñar no cuesta nada.

Hoy vamos a hablar de las y los soñadores morenistas. ¡Pero se aguantan, eh!

Del primero que vamos a echar cháchara es del amo y señor de las ruedas de prensa, el diputado Alejandro Carvajal Hidalgo, quien lleva ya su tiempito echándole hartas ganas en la mesas de los cafés del Centro de la ciudad para tundirle cada que puede al alcalde Lalo Rivera Pérez.

Carvajal ya ha intentado ser candidato y ahora sueña con ser medido por Morena, ya que en 2021 no fue incluido.

Pese a ser el que más reflectores ha buscado no cuenta con un gran respaldo de los morenistas, incluso algunos nos han venido a contar que lo ven falto de enjundia y que le gusta quedar bien con todo mundo.

Recientemente la encuestadora CE Research, que dicho sea de paso suele dar bandazos cuando de posicionar a tal o cual aspirante, midió a Olivia Salomón, la Secretaría de Economía estatal que ya sacó el ábaco y se dio cuenta que no le alcanza para la candidatura al gobierno del estado.

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Olivia, quien a decir verdad no ha entregado los resultados más halagüeños en su dependencia cuenta con el respaldo de un sector de la clase empresarial pero el militante cuatrotero no la identifica con el movimiento y, peor aún, la ubican como gente de Miguel Barbosa Huerta de quien los capitalinos no tienen el mejor de los recuerdos.

En pocas palabras tiene el mismo problema en la capital como en el estado. El estigma Barbosa ya nadie se lo quita.

El regidor Leobardo Rodríguez, un prianista con disfraz de Morena que tiene el chip de la 4T bien instalado. Lo reconocen en el partido, gracias al trabajo que hizo de la mano de Claudia Rivera, y es la voz más crítica desde el Cabildo del actual ayuntamiento.

Sabe de leyes y números, aunque la manera de comunicarlos no es lo más terrenal que digamos. ¿En contra? Pues no tiene equipo y el respaldo que le pueden dar no le alcanza. Pero bien podría ser medido para negociar alguna diputación. Quién quita que es chicle y pega.

El que dicen es la apuesta del gobernador Sergio Salomón, es José Chedraui Budib, quien tiene respaldo oficialista, empresarial y hasta de otros partidos como el PRI pero nada, nada de apoyo de la base de Morena.

El eterno aspirante, como se le conoce en el vecindario de la política, sueña con llegar al Palacio Municipal, y para hacerlo podrá acercarse a un partido que le pueda ofrecer el triunfo.

Pero también hay vecinos chismosos que dicen que bien podría presionar al PRIANRD para que sean ellos los que le ofrezcan la candidatura.

¡Cómo ven!

De los otros aspirantes pues ah, jijos, la verdad es que en las encuestas salen más abajo que el Mazatlán en la tabla por el no descenso del futbol mexicano.

Toño López Ruiz, a pesar de que anda promocionándose con recursos estales y se la pasa hablando de superhéroes, pues la realidad es que él mismo es su propia kriptonita.

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Nora Merino Escamilla y Gabriel Biestro Medinilla cargan a cuestas, igual que Olivia, la sombra del desprestigiadísimo barbosismo.

Iván Herrera Villagómez sigue buscando hacerse notar en el Congreso, pero no más no repunta.

Eso sí, la chiquillada salió a firmar un pacto de unidad y de cero ataques entre ellos para evitar albazos, dedazos o arribismos. Puro choro, pues.

De algunos de ellos ya se sabe que operan granjas de bots para atacar adversarios, mismas que tendrán precio cuando de negociar un puesto se trate

Ustedes, ya tienen su gallo. ¿Alguno de estos? Llévele, llévele.

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Vecinas, vecinos, nos leemos maña. Les dejo mi correo por si quieren chismear más a gusto: [email protected]

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