Martes 02 de Septiembre de 2025 |
¡Vecinas, vecinos!
Pues en Puebla ya nada sorprende, pero a veces conviene detenerse en ciertos numeritos para recordar de qué tamaño fue el desastre llamado barbosismo. Ahí está doña Amanda Gómez Nava, la ex titular de la Auditoría Superior del Estado (ASE), quien al parecer confundió la Auditoría con agencia automotriz y servicio de banquetes. Y es que resulta que en 2023 se detectaron irregularidades por más de 3.8 millones de pesos en su gestión. El dato más jugoso: la compra de una camioneta Chevrolet Tahoe blindada por casi 2.9 millones de pesos, sin licitación, sin papeles claros y sin siquiera el registro de quién la usaba.
Una joyita digna de película.
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El otro detalle fino fue el gasto de 984 mil pesos en alimentos. Sí, casi un millón en comida para el personal. No hubo licitación, ni padrón de proveedores, ni nada que se parezca a transparencia. Pero seguro nadie pasó hambre en la Auditoría Superior del Estado mientras Amanda Gómez estaba al mando.
¿O sí?
Y como si eso no bastara, la cereza del pastel fueron los drones comprados con sobreprecio de hasta 45% más de su valor real. La justificación era “fiscalizar obras públicas”, pero al final la Auditoría Forense apenas pudo presumir seis investigaciones en cinco años. Es decir, ni drones ni auditores encontraron gran cosa, salvo la forma de facturar bonito.
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¿De dónde salió Amanda Gómez?No hay que olvidar el contexto: fue alfil directo de Miguel Barbosa, designada para garantizar que nadie metiera demasiado las narices en los números del gobernador. La Auditoría Superior del Estado (ASE), en vez de fiscalizar, se volvió candado para cuidar los secretos de la era más oscura de la política poblana. Pero ya se sabe: los candados también se rompen, y lo que queda a la vista es un expediente de camionetas blindadas, drones inflados y facturas de banquetes.
En resumen: Barbosa puso a Amanda Gómez para blindar sus cuentas, pero al final lo único que se blindó fue ella misma… en una Tahoe de casi tres millones de pesos.
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Acuérdense que el que se enoja pierde.
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