En qué nos afecta el conflicto entre Rusia y Ucrania
Lo que parece un conflicto lejano en el que poco tiene que ver México , podría tener implicaciones importantes y directas a la vida de los ciudadano comunes
Para muchos la posibilidad de una guerra entre Rusia y Ucrania es una cuestión distante y ajena a nuestra realidad. Claro, que las guerras en donde sea que estallen nos preocupan y son lamentables, pero dependiendo de qué tan implicado este nuestro país en esta puede, o no, afectarnos más. Si bien la distancia geográfica, cultural y política que separan a nuestra región de la zona en conflicto es grande, hay unas consecuencias de la conflagración que afectaran nuestro día a día, y será en donde más nos duele: el bolsillo. Lee también: Recorrer un conteniente: Migrantes en Xonaca nos cuentan sus historias Subirá el precio del petróleo. Una guerra entre Rusia y Ucrania afectará el precio del petróleo, ya que subirá de forma importante. De hecho, este aumento ya se está manifestando, en precios rondando los $100 dólares por barril. El conflicto afecta a Rusia, el 3er mayor productor del mundo. El país podría limitar su producción para aumentar el precio, o por otro lado podría tener problemas para venderlo, dadas las posibles sanciones que enfrente o por verse afectado en su cadena de suministros. Así que lo que pase, o deje de pasar, afectará el precio del petróleo. Todo esto significaría un aumento mayor del precio de la gasolina a nivel global, lo cual significa a la vez un aumento en el precio del transporte de las mercancías, lo que se traduce en un aumento de precio en toda la cadena de suministros. O sea, que se pagará más por llenar el tanque del carro, por los alimentos y por cualquier cosa que sea transportada en vehículos a motor ya sean terrestres, marítimos o aéreos.
Las estimaciones más optimistas mantienen la previsión del coste del barril de petróleo en $100 dólares, las más pesimistas, como las de JP Morgan, sitúan el precio en $150 dólares de estallar la guerra entre Rusia y Ucrania. La "buena noticia" es que México, al ser uno de los productores de petróleo más importante de Latinoamérica, podría verse beneficiado, aunque no necesariamente esto beneficiaría a sus habitantes. Esto, porque una situación es que PEMEX se vea beneficiado por los incrementos en ingresos a las arcas y otra que el ciudadano de a pie se beneficie, porque igual el incremento de precios lo seguirá pagando. Subirá aún más el precio de gas Entre las tensiones existentes, las consecuencias más anunciadas son los cierres de gasoductos entre Rusia y Europa occidental, ya sea por parte de Rusia o de los aliados de Ucrania.
Aunque el hecho de que el precio de la calefacción aumente en Alemania, podría no parecer un hecho relevante en México, hay que saber que sí existen efectos directos a la región en otros sectores. El de los alimentos, por ejemplo. Los fertilizantes nitrogenados, en este caso, son producidos con el uso del gas natural. Si sucede el estallido bélico, se vendrá un aumento importante del precio de una materia prima para la producción, como lo son los fertilizantes. Tomemos en cuenta que Rusia es el 4to mayor productor de fertilizantes a nivel mundial. En otras palabras, esto sumado al aumento del precio de los combustibles, será una razón más al aumento del costo de los alimentos. Sin mencionar la ya existente inflación y subida de la canasta básica, que han surgido a través de la crisis económica pandémica. Subirá el precio del trigo y el maíz Tanto como Rusia como Ucrania se encuentra entre los 10 productores de maíz y trigo en el mundo. Tanto si Rusia es sancionado en sus exportaciones, o si Ucrania pierde el control de sus puertos, habrá problemas en la oferta, dando como consecuencia el aumento de precios en los derivados del maíz y el trigo, como lo son las tortillas y el pan.
Hay que recordar que, de acuerdo a datos del 2021, publicados por el USDA y el Grupo Consultor de Mercados Agrícolas, México es el séptimo productor de maíz en el mundo y es el segundo mayor importador. Además, el país también tiene una fuerte importación de cereales, como el trigo que, aunque en mayor porcentaje viene de Estados Unidos, también proviene de la zona en conflicto. Aumento de tensión política en Latinoamérica Rusia tiene aliados en Latinoamérica: Cuba, Venezuela y Nicaragua. Estos países han encontrado en el gobierno de Putin un aliado que ofrece créditos a sus asfixiadas economías y que les vende armas para "modernizar" sus fuerzas de seguridad.
Rusia, al estar arrinconada ante la estratagema militar de la OTAN, alianza militar liderada por Estados Unidos, y la volátil situación en Ucrania, ha asegurado a través de su viceministro de relaciones exteriores, Serguéi Riabkov, que el gobierno ruso no ha descartado desplegar infraestructura militar en Cuba y Venezuela. Situación que no caería nada bien a Estados Unidos, en donde Jack Brian Nichols, jefe de departamento de Estado para Latinoamérica, aseguró que lo dicho por los rusos no era más que una "fanfarronada", pero que en todo caso trabajaría para "pararle los pies a Rusia". Dado este contexto, lo que parece un conflicto lejano en el que poco tiene que ver nuestro país, podría tener implicaciones importantes y directas en la vida de los ciudadanos comunes. Quizá esto no nos afecte como a los europeos, a los pobladores de Ucrania o Rusia, pero sin duda el conflicto, de precipitarse, afectará al mundo entero.
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