La Catedral de Puebla: Un tesoro arquitectónico

La catedral, corazón de la ciudad de Puebla, está catalogada como Patrimonio de la Humanidad.

Catedral de Puebla, patrimonio de la humanidad
Freddy Angón Catedral de Puebla, patrimonio de la humanidad

La Catedral de Puebla, oficialmente nombrada como la Catedral Basílica de Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción, no solo es un edificio religioso, sino que representa un símbolo de la identidad y la cultura poblana.

Catedral de Puebla. Foto: EsImagen
Catedral de Puebla. Foto: EsImagen

Su construcción comenzó en el siglo XVI y se extendió por casi un siglo, lo cual se refleja en su composición, marcada por la influencia de estilos arquitectónicos de diferentes periodos.

La historia de la Catedral de Puebla está íntimamente ligada a figuras importantes, como el obispo Juan de Palafox y Mendoza, quien en el siglo XVII retomó y concluyó la construcción del edificio.

Elementos arquitectónicos de la Catedral de Puebla

La catedral, corazón de la ciudad de Puebla, está catalogada como Patrimonio de la Humanidad. Su fachada principal, orientada de este a oeste, es una muestra del barroco tardío en transición al neoclásico, con columnas dóricas y corintias que imponen una presencia majestuosa.

Las dos torres de la catedral alcanzan casi 70 metros de altura. En su interior, la nave principal se extiende a lo largo de 82 metros, compuesta por cinco naves y un crucero, coronada por dos cúpulas. El retablo principal es octogonal, con otros cuatro orientados a los puntos cardinales. El complejo incluye catorce capillas en varios estilos, cada una con su propia historia y obras artísticas.

Catedral de Puebla. Foto: EsImagen
Catedral de Puebla. Foto: EsImagen

El Altar de los Reyes, la Capilla del Espíritu Santo y la Capilla del Sagrario Metropolitano son solo algunas de las joyas que alberga esta construcción. Las capillas del Evangelio y de la Epístola, por ejemplo, presentan una variedad de estilos artísticos y simbolismo religioso que reflejan la diversidad y la riqueza espiritual de la catedral.

Debajo de la catedral se encuentra una cripta, un espacio de gran interés, con estatuas de santos y ángeles que custodian el lugar. Además, los asientos en el coro, hechos de maderas finas, ónix y marfil con diseño morisco, y los dos órganos donados por Carlos V, son testimonios del esplendor y la devoción que caracterizan a la Catedral de Puebla.

La Catedral de Puebla no solo es un lugar de culto, sino también un museo vivo que cuenta la historia de la fe, el arte y la sociedad mexicana a lo largo de los siglos.

Visitar la catedral es esencial para cualquier interesado en la arquitectura, la historia o la espiritualidad, y un recordatorio del legado que las generaciones pasadas han dejado para el futuro.

Para aquellos que deseen explorar este monumento histórico, la catedral está abierta al público de lunes a sábado de 9 a.m. a 8 p.m., ofreciendo a los fieles y turistas la oportunidad de experimentar su grandeza y su atmósfera sagrada.