¿Sabías que en Puebla tenemos un Beato? Sebastián de Aparicio

Su beatificación fue en 1789 y aún se mantiene en el nivel de Beato. 

Como hemos mencionado en anteriores ocasiones, la ciudad de Puebla es una cuna de misterios y leyendas increíbles y nuevamente el equipo de El Popular, Periodismo con Causa se dio a la tarea de ir a las instalaciones del primer convento establecido en Puebla, San Francisco, ubicado sobre la 14 Oriente en el Barrio del Alto, enfrente del Boulevard 5 de Mayo donde descansan los restos del Beato Sebastián de Aparicio pero ¿sabes quién es este personaje? 

Lee también: Centro comercial Angelópolis: un antes y después en Puebla

¡Aquí te contamos la historia! 

El Beato Sebastián de Aparicio nació el 20 de enero de 1502 en Gudiña, Galicia en España. Siendo hijo de campesinos no pudo aprender a leer y escribir por lo tanto aprendió a realizar diferentes actividades como arreglar edificios, construir carros, cultivar la tierra y arrear ganado hasta los 20 años cuando se convirtió en mayordomo de una hacienda en Salamanca.  

En 1535 embarcó rumbo a la Nueva España, llegando así a la recién fundada Puebla de Los ÁngelesSebastián encontró el lugar idóneo para llevar a cabo sus actividades de campo en las cuales era experto. Durante muchos años por la reciente fundación de la ciudad se creía que esta quedaría despoblada pero afortunadamente por el camino que unía a Veracruz con la Ciudad de México consolidó definitivamente su asentamiento.  

Aprovechando esta situación Sebastián encontró una buena idea para llevar a cabo el acarreo de mercancías entre ambas ciudades. El transportaba la mercancía por medio de carretas tiradas por bueyes, esto ocasionó que las condiciones para el trabajo de los pobladores mejorara. 

Lee también: ¿Qué pasó con la "ciudad mural" vista desde el teleférico?

A su vez, ante el constante movimiento no sólo era necesario domesticar a los animales para uso sino también se requería construir una flota de carros adecuada a las necesidades del comercio y por lo tanto también se necesitaba adaptar los caminos al tránsito, en estas adecuaciones Aparicio destacó de manera solitaria y también también conjunto con algunos españoles ayudó a construir muchos caminos y también les enseñó los oficios que él aprendió a los pobres para poder trabajar. 

En 1542, Sebastián de Aparicio decide trasladarse a México para fundar una mayor empresa de carros con una ruta de Zacatecas a México. 

Años después decide regalar todos sus bienes y hacerles una caridad a las hermanas Clarisas pues pasaban por una situación difícil, él les regaló 20 mil pesos, quedándose tan solo con mil pesos y así mismo él les presta sus servicios como portero. 

El 9 de junio de 1574 a los 72 años de edad recibe el hábito franciscano en el Convento de México.  

Sus últimos 20 años de vida los pasó como hermano encargado de pedir limosna por las casas, limpiar los huertos y hacer los mandados y a pesar de que tenía muchas tareas aparentaba no estar cansado, él decía que ofrecía su cansancio a la salvación de las almas. 

Murió a los 98 años cuando llegó al Convento a causa de una hernia. Al ser muy querido por los pobladores, mucha gente asistió a su funeral. Al poco tiempo hicieron excavaciones percatándose de que el cuerpo de Fray Sebastián estaba fresco y blando como si estuviera vivo. 

Lee también: Conoce la historia del “multiusos” Paseo Bravo

Su rostro parecía como si fuera un hombre de 60 años, como si estuviera dormido. 

Le fueron adjudicando diferentes milagros, los cuales siguen en proceso para llegar a convertirse en santo.  

Su beatificación fue en 1789 y aún se mantiene en el nivel de Beato. 

Actualmente se encuentra en una urna hecha de cristal y está expuesto para todo público en su capilla dentro de la Iglesia de San Francisco

  • URL copiada al portapapeles