10 días de resistencia: Así se vive la Toma del Congreso Feminista
Diálogo tardío, intimidaciones, solidaridad y apoyo; esto es lo que se ha visto en los diez días de la lucha feminista en el Congreso.
El 24 de noviembre de 2020 pasó algo inédito en Puebla. Feministas (así como hombres trans y demás personas de la diversidad sexual) tomaron el Congreso del Estado de manera pacífica, desde entonces un contingente se mantiene al interior de las instalaciones mientras otro se encuentra en un plantón instalado en la avenida 5 Poniente del Centro Histórico. Las manifestantes, la mayoría integrantes de los colectivos Coatlicue Siempre Viva y Coordinadora Feminista, demandan respuestas y acciones a las deudas que el Congreso ha mantenido pendientes por meses e incluso años, que van desde los derechos reproductivos, hasta la identidad de género, así como la necesidad de reforzar la alerta de género ante el aumento de feminicidios en la región. Durante su estancia dentro y fuera del Congreso las feministas se han encontrado con toda clase de apoyo presencial como mediático, ya que en redes sociales, particularmente en Twitter se comenzó a compartir el hashtag #EstamosEnTodasPartes, con el que mujeres se proclaman feministas y promueven su apoyo a la toma del Congreso.
A lo largo de estos diez días han organizado diferentes actividades en el lugar, como virtuales, movilización por el día internacional para erradicar la violencia contra las mujeres -a la que acudieron madres de víctimas de feminicidio-, platicas, conversatorios, asambleas y una proyección de documentales. El 4 de diciembre habrá un taller de acompañamiento. Sin embargo, también se han enfrentado a distintos obstáculos. Cuando recién comenzó la movilización, la diputada de Movimiento Regeneración Nacional (MORENA) Estefanía Rodríguez Sandoval, perteneciente a la comisión de Derechos Humanos, y quien tiene en su agenda iniciativas en favor de los derechos de las mujeres, acudió a ofrecer diálogo. Ante lo cual fue acusada por el presidente del Congreso, el diputado Gabriel Biestro, de orquestar el movimiento. Así mismo, compañeros de su bancada comenzaron a llamarla traidora. Más tarde, ese mismo día, las puertas principales del Congreso fueron cerradas y el personal de seguridad tenía la indicación de no dejar entrar ni salir a nadie. Cosa que siguieron al pie de la letra incluso cuando se presentó la presidenta municipal Claudia Rivera Vivanco.
Desde la noche del día 26 reportaron la presencia de patrullas policiales y compartieron su temor al respecto. El 28 de noviembre, luego de la primera reunión con diputados, en la que las feministas entregaron su pliego petitorio y recibieron comida de parte de los funcionarios, todas comenzaron a sentirse mal: presentaron escalofríos, vomito, y otros malestares intestinales; pese a que hicieron un llamado para que algún personal de salud fuera a atenderlas y revisarlas, solo obtuvieron apoyo de otras mujeres que les llevaron plantas medicinales. Cabe mencionar que al lugar se presentó una doctora pero no pudo ingresar porque los diputados dijeron que iban a mandar a alguien de su parte, quien nunca llegó. Más tarde la titular de la Secretaría para la Igualdad Sustantiva de Género, Catalina Pérez Osorio, confirmó que el malestar se dio después de la ingesta de la comida. El día 29 hicieron uso de una escalera para ingresar por el balcón principal a las instalaciones, ya que seguía la negativa de permitir el acceso o salida de personas al recinto. El 30 de noviembre, reportaron la presencia de patrullas de nueva cuenta, y el ingreso al Congreso de alrededor de 30 elementos de la policía, ante lo cual compartieron imágenes del interior para demostrar que las instalaciones se encontraban intactas y prometiendo que así las mantendrían, previniendo cualquier ataque a la infraestructura que se realizase por parte de alguna persona infiltrada. Durante ese tiempo, el gobernador del Estado, en sus conferencias matutinas se postuló abierto al dialogo pero también mencionó que no se podía hablar con personas encapuchadas. Así mismo, aseguró que la presencia de patrullas era orden del presidente de la Junta de Gobierno para resguardar, mas no reprimir. Desde el primero de diciembre, a través de Facebook comenzaron a difundir datos personales de las feministas que comparten otras movilizaciones, alegando que incitaban actos de vandalismo, ante lo cual se vio la solidaridad de usuarias de redes sociales.
En su pliego petitorio exigen la discusión de la iniciativa de Ley sobre la Interrupción Legal del Embarazo (ILE) presentada desde octubre de 2019, la aprobación de la Ley de Identidad de Género, mejor conocida como Ley Agnes, la erradicación de la violencia sistemática de género, la discusión de la Alerta de Género y que el Gobierno del Estado, la Fiscalía General del Estado (FGE), El Congreso, las Universidades públicas y privadas y la Secretaría de Educación Pública (SEP) se comprometan a trabajar en conjunto con soluciones y rutas de trabajo concretas y coordinadas ante la ola de violencia contra las mujeres. Hasta el 2 de diciembre, a nueve días de iniciada la toma, lograron mantener un diálogo con las autoridades, en el que se acordó una mesa de trabajo interinstitucional para el 7 de diciembre, la legislación de la Ley Agnes antes de Febrero de 2021 y la aceptación de una contrapropuesta entorno a la ILE para que sea discutida antes de abril de 2021.
Lo que vieron como un primer avance, pero reiteraron que el plantón continuará hasta que haya documentos que avalen las promesas de las instancias gubernamentales. Cabe destacar que la reunión de ese miércoles en un inició fue programada a las 9 de la mañana y terminó llevándose a cabo hasta las 3 de la tarde.
Con información de Coatlicue SiempreViva, Feministas 4T, Coordinadora feminista
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